El debate sobre la continuidad de Diego Ocampo está sobre la mesa, pero la entidad ha decidido mantener al técnico gallego en el banquillo. El club está sondeando el mercado para conocer qué entrenadores hay disponibles en el caso de que la situación no mejore y haya que optar por un relevo, pero entiende que la responsabilidad del mal inicio es de todos y no solo de Ocampo. Se considera en la entidad que los jugadores también deben dar un paso al frente. Además, también está en el mercado en busca de un base que palie los problemas de lesiones que ha sufrido la plantilla.

Las sensaciones que transmite el equipo no son buenas y, lo peor, es que la conexión con el banquillo parece nula. Por eso la continuidad de Ocampo ha estado en entredicho en las últimas horas, aunque finalmente el Casademont Zaragoza ha optado por la calma y exigir un poco más a todos los que están, cuerpo técnico y jugadores. Además, la entidad ha intensificado en las últimas horas la búsqueda de un jugador, un base, después de las lesiones de Krejci y Sulaimon.

Los problemas para un club como el Casademont a estas alturas son los habituales, el mercado, tanto de técnicos como de jugadores, es escaso en el rango de posibilidades que se mueven los aragoneses. Pero antes de destituir al entrenador el club va a intentar reforzar la plantilla. Ya comenzó el curso con un solo base por decisión propia, pero después se han ido cayendo dos de los jugadores destinados a esa función y ahora han quedado al descubierto todas las carencias. Vit Krejci se perderá toda la temporada por una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda, mientras que Sulaimon puede estar de baja dos meses por un problema muscular. La necesidad de un refuerzo en esa posición es evidente y ahora la entidad zaragozana busca un jugador que se adapte a sus necesidades y posibilidades.

El Casademont Zaragoza ha tenido un intenso inicio de temporada que ha acelerado una primera situación de crisis. En tres semanas ha tenido que disputar cinco partidos de Liga y la final a ocho de la Champions, un total de ocho encuentros. Tan solo en uno de ellos, ante el Tenerife en la competición europea, realizó un partido completo. Desde ese día su caída ha sido continua. No solo porque no ha vuelto a ganar sino, sobre todo, por cómo ha perdido. Las alarmas terminaron de dispararse el sábado, después de otra pobre actuación en San Sebastián.

Todos los jugadores de la plantilla, exceptuando a San Miguel y Hlinason, están rindiendo por debajo o muy por debajo de su nivel, algunos parecen completamente fuera del equipo. Lo que transmite el Casademont es una pérdida de confianza total en lo que tiene que hacer el equipo en la pista, en su juego, en su idea. La falta de tensión e intensidad defensiva es evidente y, por eso, el propio Ocampo apelaba a la «responsabilidad individual» tras la derrota ante el Burgos.

Pero ante el Acunsa GBC el equipo no solo no mejoró sino que continuó con su caída. Por eso, tan solo tres semanas después de haber dado comienzo la temporada y con únicamente cinco jornadas de Liga disputadas, el club ya se ha planteado la continuidad de Ocampo y se ha puesto a trabajar en todos los escenarios posibles. Esta semana el equipo puede trabajar al fin con algo de tranquilidad ya que solo tiene un partido, el domingo ante el UCAM Murcia. Otro examen para medir la reacción de la plantilla y del técnico. A continuación regresará la Champions y aumentará el número de partidos, reduciéndose el de entrenamientos.

Ahora Diego Ocampo gana algo de tiempo. Como mínimo, podrá preparar y dirigir el encuentro ante el UCAM Murcia de este domingo en el Príncipe Felipe (17.00) y buscar un revulsivo desde dentro para dar la vuelta a la situación. Mientras, la dirección técnica le está buscando un base para reforzar al equipo y poder afrontar con mayores garantías, al menos, el tramo de competición del que vaya a ausentarse Sulaimon. La llegada de un uno permitiría recomponer un poco la rotación de los exteriores y liberar a Ennis de esa función, en la que no ha estado nada cómodo.

Así, el trabajo está ahora tanto en la pista como en los despachos. Sobre el parquet, cuerpo técnico y jugadores deben buscar soluciones a los problemas que han mostrado en las últimas jornadas. En las oficinas, se intensifica el rastreo del mercado tanto para encontrar el jugador que necesita el equipo como para estar preparado en caso de más cambios.