Los números del CAI Zaragoza estaban siendo buenos, las sensaciones iban mejorando con el paso de las jornadas pero el equipo de Joaquín Ruiz Lorente necesitaba un partido como el de ayer, un triunfo vibrante, espectacular, ante un rival complicado, el líder de la Liga, para presentar definitivamente credenciales y, sobre todo y más importante, convencerse a sí mismo y a sus aficionados. La grada disfrutó como nunca esta temporada, se enfadó con los árbitros, le ofreció todo su cariño a Stefansson, la tomó con Golubovic desde el principio y vivió los últimos instantes del partido de pie, aplaudiendo a sus jugadores, celebrando el triunfo.

Fue una victoria de prestigio, muy importante en el camino hacia la Copa del Rey, pero ante todo se convirtió en uno de esos encuentros que hacen equipo, que unen plantillas y que ganan definitivamente a la grada para la causa, uno de esos días en los que el baloncesto trasciende un resultado y se convierte en una fiesta, en un regalo. "La afición ha sido nuestro sexto hombre", resumió Henk Norel. Sufrieron los jugadores y sufrió la grada. Se divirtieron en la pista y divirtieron a los espectadores. Y todos se marcharon satisfechos después de esperar hasta el final para celebrar la victoria.

Las bajas mermaron al CAI, que acabó jugando con ocho jugadores más un poco de Fontet, pero todos parecieron multiplicarse ante la adversidad para sobrevivir sin Goulding ni Katic. La ayuda extra llegó desde la grada. "Tengo que felicitar una vez más a los jugadores porque ante la adversidad en forma de lesiones de Chris y Rasko a última hora, han dado más del cien por cien. No me quiero olvidar de la afición que ha estado sensacional hoy: nos han animado, nos han empujado mucho en los momentos donde estábamos más flojos y nos han permitido meternos en el partido", resumió Joaquín Ruiz Lorente.

LO MEJOR, LA ACTITUD

"La verdad es que ha sido un partidazo", añadió un emocionado Henk Norel, feliz por la victoria, impresionado aún por la forma. "En el último cuarto todos hemos dado un paso adelante. Queríamos esta victoria y jugar delante de esta afición, nuestro sexto hombre, es increíble. Hemos defendido muy bien y estoy súper contento por todos, no solo por el equipo sino también por la afición y el club. Aunque la primera parte hemos estado quince puntos por debajo, todo el partido hemos creído que podíamos ganar. La afición, la ambición del equipo... Todo ha estado increíble. Creo que lo mejor ha sido la actitud del equipo", indicó el holandés. El CAI necesitaba un partido así y peleó hasta la extenuación para que fuera posible. Fue ante el líder, que solo había perdido un partido, un equipo de Top 16 de Euroliga, cuando el equipo aragonés se levantó y pidió paso para seguir avanzando.