Sergio Hernández elogió a los dos contendientes, al Betis por volver al partido y trabar al Casademont, a los suyos por dominar primero y aguantar después hasta la victoria final. A juicio del argentino lo que se vio en San Pablo no estuvo motivado por la inactividad sino por todo lo que hay en juego a estas alturas de la temporada. «Un juego bastante clásico de estas instancias deportivas donde hay tanto en juego. Un equipo quiere salir de la zona peligrosa y otro equipo quiere aprovechar esos partidos que pudimos cosechar y meternos ahí cerquita de los playoffs. Hay mucho en juego y se nota», resumió el técnico

El argentino destacó el dominio de su equipo. «Hubo un dominio del equipo de Zaragoza bastante tiempo pero después ellos con carácter, talento y mucho sacrificio nos llevaron a un terreno diferente, nos trabaron los sistemas, no nos dejaron fluir, perdimos naturaleza, nos sacaron de nuestra identidad propia, mérito del Betis. Sinceramente no les alcanzó. Nosotros pudimos aguantar esa carga, tuvimos personalidad ahí, pudimos ir a la línea para aguantar ese momento de sequía y tuvimos un par de jugadores muy inspirados como Brussino y Harris y a veces eso es fundamental. Uno mira mucho la táctica pero al final son los jugadores los que inclinan la balanza de un lado o de otro», admitió el preparador del Casademont.

Hernández insistió en que no fue un problema de falta de ritmo. «Lo que ha pesado es el rival. Muchas veces se analiza al equipo si jugaron bien o mal y este es un deporte de oposición directa. No tuvimos problema de falta de ritmo, de no haber competido el último mes. El Betis nos hizo un buen trabajo defensivo, no nos dejó correr el campo, nos trabó los sistemas y no hay que quitarle mérito al rival», explicó.

También valoró como «muy buena» la actuación de Wiley en su debut. «A pesar de que él sufrió un poco con las faltas y lo tuvimos que sacar incluso en buenos momentos de él, llevaba 6 puntos, estaba condicionando mucho sus salidas con el pick and roll, pero sus faltas lo limitaron y así y todo tuvo un aporte muy bueno y pudo cerrar el partido muy bien, con rebotes, aporta una energía tremenda y tiene una gran actitud».

Cuestionado sobre lo que iba a decirle a Dylan Ennis por su lanzamiento final que permitió un último intento del Betis, el técnico reconoció y relativizó el error. «Que la próxima no la tire, que se la guarde. Los jugadores cometen errores, Él lo asumió enseguida. Pensó que terminaba el juego, que iba a sonar la chicharra en el aire y casi nos dio un dolor de cabeza. Pero Dylan es un jugador tan comprometido con el equipo, tan proequipo, tan buen compañero, tan disciplinado, que nos aporta tanto en el día a día, que se puede equivocar. Permitimos que se equivoque porque así es esto. Yo también me equivoco muchas veces», concluyó el entrenador.