La gran virtud de los dos primeros días fue el defecto del tercero. El Casademont Zaragoza sufrió su primera derrota de la temporada en Murcia al dejar de hacer lo que mejor había hecho en sus dos victorias, defender. Después de dejar al Gran Canaria en 73 puntos y al Obradoiro en 64, el equipo aragonés recibió 89 en Murcia, 49 de ellos al descanso. Un promedio ante el que es muy difícil hacer frente. De una media de 68,5 a encajar 20,5 más. El Casademont no pudo poner su ritmo atrás y fue el UCAM Murcia quien impuso su intensidad y su defensa presionante, que ahogó el ataque aragonés.

Sufrió sobre todo el equipo de Fisac para defender los tiros exteriores de su rival, que lo cosió a triples. Luz protagonizó una serie magnífica al principio y luego se sumaron Eddie y Booker para hacer imposible cualquier intento de remontada, que solo se produjo de manera muy tímida al inicio del tercer cuarto. De la misma manera que no ha cambiado el ritmo y la intensidad que quiere imprimir Porfirio Fisac al juego del equipo con respecto a la pasada temporada, tampoco ha sufrido variación un hecho, y es que los rivales del Casademont tiran de tres por encima de su media cuando se enfrentan al conjunto aragonés.

En la primera jornada permitió al Gran Canaria lanzar 30 veces pero solo encajó 10. En la segunda sí supo frenar al Obradoiro y a jugadores clave desde esa distancia como Vasileiadis y dejó al equipo gallego en 8 aciertos en 29 lanzamientos. En el caso del UCAM Murcia la diferencia fue ya muy evidente. El conjunto de Sito Alonso tiró 31 veces desde el 6,75 contra el Betis en la primera jornada y 24 en el Wizink Center contra el Real Madrid. En ese primer partido ya dejó ver su peligro exterior porque anotó 14, casi un 50%. El sábado realizó 42 lanzamientos desde larga distancia, ocho más que de dos puntos, y anotó en 18 ocasiones. Muchas de ellas sin gran oposición de los jugadores del Casademont.

Fue una constante desde el inicio. El parcial 9-1 con el que se inauguró el partido nació de tres triples murcianos, de Eddie, Radoncic y Booker. Y el Casademont no encontró respuesta ni para frenar los lanzamientos rivales, ni siquiera para puntearlos en muchas ocasiones, ni para contrarrestarlos con el mismo acierto. Solo Seeley y Brussino mantuvieron el tipo desde la larga distancia, en un mal encuentro de Benzing en cuanto a acierto el primer día que tenía que hacer el cuatro, pero esa no es el arma del equipo de Fisac. No tuvo un mal porcentaje el Casademont (10/27, 37%, por encima de su media), pero no es su juego buscar el triple sino correr, meter un elevado ritmo a su juego.

Algo que no pudo hacer porque el UCAM Murcia sí hizo los deberes atrás. Frenó en seco cualquier intento de carrera visitante y en el ataque posicional tapó las líneas de pase y ahogó las ideas del equipo aragonés. La principal diferencia entre ambos fue la intensidad exhibida, la energía, como señaló Fisac tras el partido. Sito Alonso dispone de un equipo atlético, muy físico, y exprimió esas cualidades en labores defensivas. El Casademont sufrió en sus carnes lo que seis días antes había infligido al Obradoiro, al que desbordó con su ritmo de juego y con una extraordinaria defensa. No es que el UCAM pasara por encima del Casademont, pero sí fue claramente superior durante casi todo el partido. El equipo aragonés no estuvo nunca bien atrás y eso le provocó más prisa y errores en ataque. Son solo tres jornadas pero el Casademont ya sabe cuál es el camino correcto, y no es el de Murcia.