El aragonés Alex Lamata ha hecho suyo uno de los principios de Schopenhauer, aquel que avisa de que la salud no lo es todo, pero sin ella lo demás no es nada. Como entrenador personal se ha dado cuenta de que la población general ha interiorizado esta idea que el ha intentado transmitir desde que empezó a divulgar los beneficios del deporte y la vida sana a través, primero, de los entrenamientos personales, y después, de otros muchos proyectos.

«Desde el punto de vista del usuario ha cambiado muchísimo. Cuanto empecé en la profesión en el 2013 me tuve que ir a Madrid, porque aquí el entrenamiento personal no estaba extendido. Cuando iba a casas de la gente me preguntaban si también iba a domicilios de mujeres a entrenarlas», explica Lamata, que descubrió que la profesión no estaba explotada en ciudades como Zaragoza, donde todavía no se invertía en salud de manera generalizada. «Mientras en algunos gimnasio en Madrid había 45 entrenadores personales, aquí no era una práctica extendida. El boom ha sido en los último tres años», cuenta Lamata.

El motivo lo tiene claro: la urgencia por conseguir los objetivos. «Estamos en la sociedad del ya, y ese sentimiento de urgencia y sentir que por ti mismo no estás siendo eficiente es lo que te lleva a contratar a un entrenador personal», argumenta.

El programa de Aragón Televisión, La Báscula, dio mayor reconocimiento a este entrenador personal, ya que fue el asesor deportivo de los participantes. También promociona semanalmente los beneficios del deporte en varios programas de radio y televisión. Todos los altavoces son pocos.

Y como muchos entrenadores se ha sumado a promover la vida saludable por las redes sociales, algo impensable hace 30 años. «Son un altavoz, y como vemos que a los influencers les funciona trabajar con entrenadores personales, creemos que en nosotros va a tener los mismos efectos y por eso contratamos sus servicios», confiesa Lamata, que a raíz de la crisis del covid-19 explica que ha habido un aumento «brutal» de la actividad física en los hogares y de personas que descubren el ejercicio. «Me escriben unas 20 o 30 personas al día y me cuentan que antes no practicaban nada de ejercicio y ahora lo hacen. Es la prueba de que el ejercicio entretiene y te sientes mejor. El deporte engancha cuando llega a tu mente, no cuando ves el beneficio en el cuerpo», razona. Por ello, fue el primero en crear la cuenta de Instagram Yomemuevoencasa, donde aglutinó a diferentes entrenadores personales, deportistas e influencers para calendarizar sesiones de diferentes deportes durante la cuarentena.

También advierte del intrusismo que hay en el sector del entrenamiento personal, que se ve favorecido en las redes sociales. Él es licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, además de Diplomado en Magisterio de Educación Física. «Estoy a favor de que personas sin formación técnica recomienden ejercicio, lo que está mal es que prescriban los ejercicios de manera profesional. Conozco a mucha gente que no es licenciada y que se ha formado de manera autodidacta y lo hacen bien porque advierten de que aunque ellos hacen esos ejercicios, deberían consultar con un profesional», comenta Lamata, que añade: «Se debería regular de alguna manera, pero es muy difícil. Lo que está claro es que gracias a muchos influencers la gente se está moviendo más y tendremos que priorizar lo que nos interesa, hay una disyuntiva».

Para Lamata es muy importante la educación en hábitos saludables desde la infancia. Para ello creó el método Aldeha, que ofrece soluciones educativas a centros escolares y a familias para «generar un entorno saludable y ayudar a reducir las preocupantes cifras de sobrepeso».