Si algo funciona, tócalo, mejóralo, proque si no pronto te copiarán. Esto es lo qhe ha hecho Hyundai con su modelo estrella de 2020, el Kona. La marca coreana ha persistido en la electrificación, ofreciendo una propuesta amplia y dotando a este pequeño SUV compacto de una nueva imagen y un amplio abanico de mejoras. Y lo mejor de todo, aumentando prestaciones y manteniendo unos precios ajustados.

En un año que se antoja complicado, tanto o más que el anterior, y que acaba de arrancar con una caída del mercado del 51,5% en enero, Hyundai se ha propuesto consolidar su rentabilidad como marca (en 2020 logró el 1,6%) ofreciendo una gama fuerte en el Kona y ampliando sus horizontes con el Tucson (que acaba de presentar su propuesta deportiva N). Sobre la base del Kona, la marca coreana ofrece unos mimbres ideales para seguir creciendo. Estamos, pues, ante un modelo esencial.

Diseñado, concebido y fabricado en Europa para Europa (bueno, y también para Asia ya que la variante eléctrica también se produce para ese mercado), el nuevo Kona destaca por mantener su apuesta por cuatro tecnologías mecánicas: motores de combustión tradicionales, variante mild-hybrid, híbridos tradicionales y eléctricos puros… ah, sí, y también habrá un Kona ‘N, mucho más emocional.

Más largo y amplioPor dimensiones el nuevo Kona mide 40 milímetros más que la versión anterior y ahora ofrece 4,205 metros. La distancia entre ejes es de 2,60 metros y presenta un maletero con una capacidad de 374 litros para lass versiones asociadas a motores de combustión y 332 litros para la versión 100% eléctrica.

Entre los cambios más importantes hay que destacar el frontal, que recibe una parrilla totalmente nueva y, en el caso del eléctrico, ausencia de la misma. El logo de la marca se ha reubicado al final de un capó que aparece más alargado, y contrasta con una nueva propuesta estética para los paragolpes.

Destaca también el nuevo sistema de iluminación que incluye luces led diurnas con un diseño más estilizado, así como nuevos grupos ópticos. En la parte trasera destacan las ópticas rediseñadas, el paragolpes y el nuevo protector inferior para las versiones con electrificación.

Por dentro ofrece una imagen bastante parecida al anterior, incorporando dos pantallas, una para el sistema multimedia de 10,25 pulgadas y otra para la instrumentación, tambien de 10,25 pulgadas. En algunas versiones introduce también un headup display.

Destaca también la luz ambiente y una nueva consola central en la que desaparece el freno de mano mecánico para dar paso a uno eléctrico para toda la gama.

Gran oferta motrizLa gama de motorizaciones está compuesta por un motor tricilíndrico de gasolina de 120 CV, otro T-GDi de 1.6 litros y 198 CV (que puede ser 4×2 o 4×4), los dos sin hibridar. Con propuesta mild-hybrid presenta el tricilíndrico de 120 CV y un diésel de 136 CV (con opción 4×2 o 4×4) equipados con batería de 48 voltios, mientras que como opción híbrida pura destaca el 1.6 GDi de 141 CV de potencia.

En cuanto a propuestas eléctricas 100% ofrece el modelo con batería de 39 kWh y 136 CV, y el de batería de 64 kWh y 204 CV. Finalmente, como ya comentamos, llegará un motor de 2.0 litros de 280 CV para el modelo ‘N‘.

Los eléctricos son claveLa marca reitera que la oferta del Kona es clave para el futuro. Al ser un modelo que computará a año completo desde su lanzamiento puede contribuir a consolidar la apuesta de la marca. Por ello las dos versiones eléctricas juegan un papel esencial, aunque el precio sin ayudas no les acompañe (entre 35.650 y 45.650 euros). En estos dos modelos destaca el sistema de refrigeración de la batería, que es líquido (frente a anteriores versiones que era por aire) y funciona con el sistema de aire acondicionado. En caso de mucho frío las baterías se calientan gracias a un calefactor propio. Con ello ganan mucha eficiencia.

También merece la pena destacar en el nuevo Kona eléctrico (las dos versiones) los sistemas de frenada regenerativa ajustable y el sistema de frenada inteligente. El primero permite favorecer la retención del motor con las levass situadas tras el volante, permitiendo variar la misma (hasta se puede parar el coche sin pisar el freno), mientras que el segundo decelera y permite la regeneración teniendo en cuenta el vehículo que nos precede gracias a los radares de proximidad.

La autonomía anunciada para la versión de 39 kWh es de 305 kilómetros, mientras que para la batería grande de 64 kWh es de 484 kilómetros. Datos con ciclo WLTP. La batería ofrece recarga en corriente alterna y contínua. En el primer caso los tiempos para un 80% oscilan entre 4:20 horas y 9:15 horas, según batería y potencia de recarga. En el segundo, en cargador rápido, puede llegar a los 47 minutos.

La gama de precios en los que se mueve el Kona, en función de nivel de acabado Maxx, Tecno y Style) arranca en 22.390 euros para el 1.0 T-GDi de 120 CV y los 35.640 euros para el 1.6 TGDi 4×4 de 198 CV. En la gama híbrida arranca en los 27.790 euros, mientras que los eléctricos ofrecen los precios ya mencionados entre 35.650 y 45.650 euros.

A todos estas tarifas la marca aplica campañas de promoción que, según versiones y ayudas gubernamentales pueden variar entre los 3.900 y los 8.210 euros.