Taxis: flota renovada y objetivo cero emisiones

Desde 1994, el número de licencias de taxi se mantiene prácticamente estable en la ciudad. Descendieron ligeramente con la entrada del nuevo milenio, en el año 2000, cuando se registró la cifra más baja (1.706 permisos) y volvió a crecer de golpe con el boom de la Expo Internacional del 2008, cuando muchos vieron un negocio en esta explotación y se situó en 1.777 licencias, número que se mantiene también hoy en día.

En estos últimos años el sector ha afrontado una renovación de la flota, con vehículos menos contaminantes. Más de un millar de coches ya son híbridos y empiezan a surgir nuevas opciones como vehículos eléctricos (34) o alimentados por gas natural. El objetivo es lograr las cero emisiones y para ello el consistorio de la capital aragonesa trabaja en un nuevo reglamento para regular el sector, una normativa que obligará a los taxistas a renovar su vehículo de gasolina o gasoil cuando cumplan diez años. En la actualidad, un 17% (menos de 300) de los taxis son diésel y, según los cálculos realizados, en unos tres años se habrán sustituido por vehículos no contaminantes. El reglamento recoge también la posibilidad de instalar cámaras de videovigilancia en los vehículos.

Otro aspecto que se ha introducido en el debate del sector en los últimos años y que era impensable hace tres décadas eran las licencias de VTC (vehículos con conductor). En Zaragoza todavía no hay demanda, pero el sector del taxi va a seguir reciclándose para ofrecer servicios similares a los de Uber y Cabify.

La capital aragonesa es la primera ciudad de España en superar la ratio de taxis adaptados (un 5%) y prevé llegar a los 110 taxis accesibles en el 2020.

Cercanías: más usuarios como asignatura pendiente

Dentro de la capital aragonesa, la gran asignatura pendiente en movilidad es la red de cercanías, tanto en nivel de ocupación como en pasajeros transportados. Este tren ligero consta de una única línea (C-1), que inicia su recorrido en Casetas, con parada en Utebo para llegar a Delicias y continuar hasta Zaragoza Portillo, Zaragoza-Goya y terminar en Miraflores. Pese a unir varios puntos estratégicos, desde su inauguración en el 2008 ha registrado una baja demanda y cada día se reduce el número de viajeros que utilizan este servicio.

Aunque el precio del viaje no es caro (1,80 euros por un billete sencillo y se está a la espera de la integración de la tarifa con el autobús y el tranvía), es la red de cercanías que menos viajeros mueve de toda España y la que menos plazas cubre de la oferta. Es la más ineficiente del país según un informe de Fomento del 2017, pero seguirá activa porque la línea de Zaragoza, está considerada de obligación de servicio público (OSP) por el Ministerio de Fomento. Como los otros once núcleos existentes en España, no desaparecerá, ya que reúne el requisito de atender a un área metropolitana de más de 500.000 habitantes.

La línea de cercanías de Zaragoza tiene 16,6 kilómetros de longitud (la del tranvía es de 12,8 kilómetros) y cuenta con seis estaciones. Según los datos de Fomento del 2017, este tren realiza casi 13.000 circulaciones al año y recorre 199.008 kilómetros. Su ocupación es tan solo de 23 viajeros por convoy, por lo que su aprovechamiento es del 7,6%. Si se confronta con otras redes, solo la de Santander es comparable, y eso que es una ciudad con 172.044 habitantes (padrón municipal de 2019) frente a los 964.639 de Zaragoza.

Bicicletas: conciencia ciclista y la distancia a Jaca en carril bici

En 1990 no había ni un metro de carril bici en Zaragoza. Tanto es así que, ese mismo año, un grupo de activistas se juntó bajo el nombre de Colectivo Pedalea para reivindicar el uso de este modo de transporte en la ciudad como medio más sostenible. Ellos fueron los primeros en pedir la creación de carriles bici especiales y convocar marchas ciclistas por la ciudad para demandar ciclocalles. Se puede decir que gracias a sus reivindicaciones se ha creado conciencia ciclista y en 30 años se ha pasado de no tener carriles bici -- el primero se puso en 1996-- a una gran red de casi 140 kilómetros en toda la ciudad (la distancia que une Zaragoza con Jaca, por ejemplo), lo que ha permitido que el 4% de los desplazamientos se haga en bicicleta y VMP (patinetes). Según el último Barómetro de la Bicicleta, Zaragoza es una de las tres ciudades españolas, junto a Sevilla y Valencia, donde más se usa este medio de transporte.

El Ayuntamiento de Zaragoza no tiene previsto seguir ampliando esta red de carriles, pero sí aumentar las vías pacificadas (incluso en las grandes avenidas), por las que pueden circular las bicicletas con mayor seguridad y trabajar por el calmado de tráfico. En la actualidad se consideran vías pacificadas aquellas dotadas de un único carril de circulación por sentido, lo que supone más de 85% del total.

El uso de la bicicleta se ha visto favorecido por el alquiler. Comenzó en el 2008 con la implantación del servicio municipal BiZi, que se completa ahora con la oferta privada de alquiler Mobike (2.000 bicicletas) y la marca aragonesa de bicis eléctricas ERG (80 ciclos). BiZi tiene en la actualidad 1.300 bicicletas y 130 estaciones de anclaje, aunque ha perdido muchos usuarios.

'Motosaring' y carsharing' : motos y coches por minutos para compartir

En el 2012, cuando casi nadie conocía el concepto de movilidad sostenible o car sharing y poca gente se planteaba aun dejar el coche en el garaje para moverse por Zaragoza pagando un vehículo por minutos, una empresa madrileña desembarcó en la capital aragonesa con un nuevo concepto de alquiler de coche. Una flota de más de 25 vehículos híbridos que dos años después retiró no solo de Zaragoza, sino de otros lugares como Madrid o Valencia. Quizá era muy pronto para el desarrollo de esta actividad que ahora sí triunfa en otras ciudades españolas y que todavía en Zaragoza no está siendo explotada, pero que gigantes como PSA estudian su viabilidad a través de empresas como eMOV. En cambio, empresas como ALD Automotive ya han lanzado un servicio de car sharing corporativo que desde noviembre del pasado año puede utilizarse tanto para desplazamientos profesionales como particulares. Está previsto también que en primavera desembarque la start up española Alma que desplegará un centenar de coches en una prueba piloto. ¿Veremos la ciudad llena de coches de alquiler en un futuro? Quién sabe.

Mientras el car sharing parece resistirse a introducirse en la ciudad, el alquiler de motos por minutos o moto sharing sí que ha tenido aceptación por parte de los zaragozanos. Son ya dos las empresas que han puesto a disposición sus motos eléctricas en la capital aragonesa (Muving con 175 vehículos disponibles y Acciona con 400). Ambas funcionan como las compañías del alquiler de bicicletas y patinetes, con una aplicación para el móvil que permite localizar las motos disponibles y reservar la que interesa al usuario (durante 15 minutos).

Movilidad personal: el gran boom de los patinetes eléctricos

Zaragoza se ha adaptado a la revolución de la movilidad eléctrica y compartida al ritmo de las grandes ciudades. Tanto es así que en el 2018 desembarcaron en la capital varias empresas de patinetes que, sin ningún tipo de regulación, dejaron sus vehículos en las calles. A través de una aplicación móvil podía desbloquearse el vehículo eléctrico y utilizarse por las calles de la ciudad, pagando después los minutos que se había utilizado. El Ayuntamiento de Zaragoza intentó poner coto rápidamente a esta situación y sacó a licitación la explotación del servicio, que ganaron Koko (ahora Circ) y Reby, actuales gestoras de la oferta que tienen a disposición de los usuarios 850 patinetes cada una. Los zaragozanos utilizan a través de este sistema los patinetes un tiempo medio de diez minutos por recorrido para moverse de un punto a otro y los desplazamientos son de personas entre 18 y 45 años. En Zaragoza no existe limitación de edad para usar los patinetes.

La normativa en la circulación también ha cambiado en su corto periodo de vida. Cuando comenzaron el servicio se podía circular por las aceras y todo tipo de vías, pero desde mayo del 2019, cuando entró en vigor la Ordenanza de Vehículos de Movilidad Personal, los patinetes tienen limitado su tránsito a la red de carriles bici y a las calles pacificadas, sacando a los usuarios de las aceras. Esta limitación supone un obstáculo para llegar a algunas zonas de la ciudad.

Además, Zaragoza se ha puesto más restrictiva y prohibirá no solo a los patinetes, sino también a bicicletas y motos, el estacionamiento a partir del próximo mes de febrero en aceras. Las sanciones oscilarán entre los 36 y los 200 euros.