La llegada de la alta velocidad a Aragón cambió el panorama ferroviario de la comunidad. Fue en el 2008 cuando Renfe vio cumplido su objetivo de conectar Madrid y Barcelona para poder competir con el puente aéreo y mejorar la conectividad empresarial y bussiness. Pero en realidad, el AVE llegó a la vida de los aragoneses mucho antes del año en el que parece que se alinearon todos los astros, mucho antes del periodo de la Expo 2008; y fue un lustro antes, en el 2003, cuando Madrid y Zaragoza quedaron unidas por un tren de alta velocidad, un AVE que llegaba hasta Lérida y que en el 2008 coronaría Barcelona.

Además de conectar las dos ciudades más importantes de España en poco más de tres horas, Renfe aprovechó para eliminar trayectos infrautilizados más baratos y conseguir un servicio más eficiente. Zaragoza, por estar en medio del camino, se beneficiaba directamente de esta operación; una maniobra que le ha servido a la capital aragonesa para captar y acercar a muchas más empresas a la comunidad y eliminar tráfico rodado de sus carreteras.

Desde Aragón se puede ir más allá de la capital de España y de la ciudad condal en tren de alta velocidad, ya que el ferrocarril rápido llega hasta Andalucía y es posible viajar a ciudades como Córdoba, Sevilla, Málaga y Granada. También a Guadalajara, Lérida, Tarragona, Gerona o Figueras. La línea directa Zaragoza-Alicante desapareció y ahora la única manera de llegar es a través de un transbordo en Madrid. El AVE vuela además en vías de ancho internacional y es lo que le permite conectar a los aragoneses con Francia. Desde el 2013, casi diez años después de que la alta velocidad llegase a Zaragoza, desde la estación de Delicias se puede llegar en tren a París con transbordo forzoso en Barcelona Sants. Y en el 2014 se inauguró la conexión directa con Marsella.

Dentro de la comunidad aragonesa es posible viajar en un suspiro a Huesca, Tardienta o Calatayud. La provincia de Huesca cuenta con dos estaciones de AVE, al igual que la de Zaragoza. En la capital se defendió durante años la instalación de una segunda estación en Plaza para ahorrar ocho minutos al trayecto, proyecto que ahora quiere desenterrar el Ayuntamiento de Zaragoza.

La asignatura pendiente está en la provincia de Teruel, ya que todavía no se ha desarrollado la línea que conecte la capital aragonesa con la turolense en un corredor de alta velocidad mediterráneo que abra una puerta hasta Valencia. Aragón, bien provista de estaciones de AVE, cuenta con cuatro en la comunidad, pero ninguna está en Teruel.

CÓMODO Y RÁPIDO

El AVE es ahora más cómodo, más rápido y más barato. Los trenes han mejorado sus prestaciones con asientos más confortables, vagón del silencio, cargadores para el móvil y otras amenities; pero además cuesta menos que hace 17 años y hace los trayectos en menos tiempo. El primer viaje lo hizo a 200 kilómetros por hora, mientras que ahora se viaja a 300 km/h (incluso 330 o 350). Los primeros billetes costaron el día de la inauguración en Zaragoza 43 euros y ahora se puede obtener desde poco más de 21 euros -el más barato-- un ticket para llegar a Madrid, por ejemplo.

Precisamente el precio fue uno de sus caballos de batalla, porque los usuarios tuvieron la sospecha de que la cuota reservada por Renfe en Zaragoza para las tarifas con descuento (Web y Estrella, ahora Promo también) era menor que en Madrid o Barcelona, aunque no se pudo demostrar nunca. Ahora, podría volverá a bajar el precio con la parada del Avlo (Alta Velocidad Low Cost) en Zaragoza a partir de abril de este año. A falta de concretase más las tarifas, los billetes podrán adquirirse desde 10 euros.

La ocupación del AVE no ha dejado de crecer precisamente por todas estas cuestiones: más cómodo, más rápido y prácticamente más barato en relación velocidad-precio que sus competidores.

Zaragoza se ha convertido en un enlace ferroviario clave en España. La aceptación que ha tenido la oferta del AVE entre los usuarios ha sido muy buena y los usos han ido en aumento desde su puesta en servicio el 11 de octubre del 2003. El primer año de la línea Madrid-Zaragoza se registraron 760.000 usos, mientras que el 2019 Renfe contabilizó en Aragón casi 3 millones de clientes. Esta ruta, que es la más rentable, suma 19,5 millones de viajeros desde su inauguración. La estimación de Renfe es que todas las líneas suman en Zaragoza 38,7 millones de viajeros en estos 16 años, una cifra de récord.

Las conexiones pendientes en Aragón a través de itinerarios de alta velocidad son con Valencia (que sí tiene estación de AVE) y el País Vasco (donde todavía no hay siquiera conexión de alta velocidad ni en Bilbao, Vitoria o San Sebastián.)