Pedro Sánchez se esforzó este miércoles por la noche en convencer a los grupos del Congreso de que tenían que estar "unidos", entre sí y con el Gobierno, frente al coronavirus. Durante el debate sobre la prórroga del estado de alarma, que esta vez sí necesita la aprobación del Parlamento, el presidente del Gobierno basó su intervención en esta idea. Pero la oposición, pese a que votará en su inmensa mayoría a favor de la extensión de este periodo excepcional (hasta el 12 de abril, si no hay nuevos alargamientos), pide a grandes rasgos medidas de confinamiento social más duros que los actuales, algo que Sánchez rechazó. "Hay que buscar un equilibrio", dijo.

"Las tácticas de contención se han visto superadas hasta que la única medida es el aislamiento. Por eso pido una prórroga de ese confinamiento. En una sociedad de hombres y mujeres libres la decisión de encerrarnos no puede ser impuesta. Yo sé que no es fácil la medida de prolongar el estado de alarma. No es fácil, pero estoy convencido de que la única medida es el aislamiento social. Todos estamos convencidos de eso, con independencia de nuestra ideología. Pero esa regla necesita algunas excepciones: necesitamos hacer la compra, comprar medicinas", señaló el jefe del Ejecutivo, acusado por los grupos de llegar tarde a esta crisis sanitaria, que ha convertido a España, desde que se decretó el estado de alarma, casi en un país fantasma, al igual que los territorios de su entorno europeo.

La crítica más repetida por los líderes del resto de partidos tiene que ver con la falta de materiales (mascarillas, respiradores, test para evaluar si una persona tiene el virus) de la sanidad pública, que en autonomías como Madrid y Cataluña se encuentra al borde del colapso debido al elevado número de pacientes que han tenido que ser ingresados.

El "bisturí"

"Esta pesadilla concluirá y concluirá pronto. Pero a la hora de actuar es necesario usar el bisturí", dijo el presidente. "Hay que buscar un equilibrio. Eso es lo que se busca con el decreto", continuó el presidente, partidario de que una parte de la actividad económica no se detenga y de que los ciudadanos puedan seguir saliendo a la calle para llevar a cabo las compras de productos de primera necesidad.

"Comparezco para solicitar tiempo y para proponer otro bien igual de precioso: unidad y lealtad", dijo Sánchez, que pidió a la oposición: "Ahuyentemos cualquier pensamiento mezquino, cualquier pensamiento egoísta".

No hubo ningún anuncio, ninguna nueva medida en su intervención, ante un hemiciclo prácticamente desierto: 307 de 350 diputados pidieron la votación telemática para evitar contagios. Pero puede que haya nuevas iniciativas a corto plazo. "Se seguirán tomando órdenes para hacer frente a los distintos desafíos que pudieran surgir en los próximos días", señaló Sánchez.

Su llamamiento a la unidad y a la lealtad fue interpretado de forma creativa por el resto de partidos. La oposición, a derecha e izquierda del arco parlamentario, reclamó a Sánchez medidas más drásticas para combatir a la pandemia con mayor eficacia. Desde las bancadas conservadoras, abundaron las acusaciones de falta de eficacia y petición de rebaja de impuestos; desde las progresistas, exigieron mayores ayudas para la población más vulnerable. El presidente del PP, Pablo Casado, acusó al Ejecutivo de cometer una "grave negligencia" por no haber decretado antes el confinamiento y le criticó por la escasez de material de protección entre los profesionales sanitarios. "El Gobierno no está respondiendo a la altura de los esfuerzos de los ciudadanos", opinó.

El Congreso también aprobó este miércoles cinco reales decretos. Tres con medidas para combatir el coronavirus, uno para derogar el despido por baja laboral, y otro con iniciativas para reducir los problemas en el mundo de la agricultura y la alimentación.