La Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha empezado este jueves un proceso de "revisión continua", un análisis en tiempo real, de los datos sobre la seguridad, la eficacia y la calidad de la vacuna rusa Sputnik-V. Este proceso podría conducir a autorizar el uso de este fármaco contra el coronavirus en la Unión Europea.

En un comunicado, el regulador europeo subraya que la decisión de dar el paso "se basa en los resultados de los estudios de laboratorio y los estudios clínicos en adultos" que el desarrollador de la vacuna, el Instituto Gemaleya de Moscú, ha compartido con los científicos europeos de la EMA, información que ya está siendo analizada por sus expertos en su sede de Ámsterdam.

Espaldarazo en 'The Lancet'

La vacuna rusa contra el covid-19, criticada duramente durante los últimos meses por la falta de transparencia que ha rodeado a las investigaciones, recibió un espaldarazo del mundo científico internacional a principios de febrero, cuando la revista científica ‘The Lancet’ publicó que, según los resultados del estudio en Fase III, Sputnik V logró una eficacia del 91,6%, una cifra similar a la obtenida por sus homologas occidentales.

De acuerdo con el documento científico, un total de 19.866 voluntarios participaron en los ensayos dirigidos por el Instituto Gemaleya de Moscú, siendo divididos éstos en dos grupos: unos recibieron la vacuna, y otros un placebo. Mientras que entre primer grupo solo se registraron 16 casos sintomáticos de covid-19, en el segundo dicha cifra de afectados fue casi cuatro veces superior y se elevó a 62. En personas mayores de 60 años, la eficacia del medicamento demostró ser similar. El tratamiento, consistente en dos inyecciones con dos vectores diferentes del adenovirus administradas con una diferencia temporal de tres semanas, ya está siendo suministrado a la población general, después de que en diciembre, en una primera fase, se privilegiase al personal sanitario o al del sector de la enseñanza.

"El desarrollo de Spútnik V ha sido criticado por una prisa indecorosa, por buscar atajos y por falta de transparencia", escribían, en la misma revista científica, los profesores Ian Jones, de la Universidad de Reading, y Polly Roy, de la London School of Higyene and Tropical Medicine. "Pero el resultado aquí es claro y el principio de vacunación se ha demostrado”, continuaban para concluir: "una nueva vacuna puede añadirse a la lucha para reducir la incidencia del covid-19".