La brecha digital en el ámbito rural aragonés se va solucionando con el paso del tiempo, pero aún quedan algunas de las denominadas zonas blancas, sin cobertura telefónica ni de internetzonas blancas, en las que bien por la orografía, por la escasa población o normalmente por ambas, las operadoras no instalan redes y las iniciativas de la Administración por paliar la carencia todavía no han alcanzado. Esto es un problema antiguo, pero cuyas consecuencias se están agravando con el coronavirus.

Un ejemplo se encuentra en Bentué de Rasal, pedanía de Arguis, en el que los vecinos, los más habituales y los que han acabado por residir allí estos días, están viendo seriamente complicado su día a día por la combinación del confinamiento y la incomunicación. Así lo explica el alcalde, Alfonso Gella, a la sazón asesor de innovación en la Diputación Provincial de Huesca.

Según expone, entre la veintena de vecinos que actualmente pueblan este núcleo de Bentué hay un par de familias con niños, y en las casas no hay cobertura. «Normalmente los vecinos tienen que salir a buscar algún punto con cobertura, y ahora lo tienen que hacer, con el móvil y el portátil, para descargar los deberes de los niños, para que puedan estudiar igual que los demás. Y ya han recibido varios toques de la Guardia Civil por saltarse el confinamiento», lamenta.

La situación también es complicada para los mayores, que están teniendo además puntuales incidencias con el teléfono fijo, afirma. «El alguacil se acerca a ver si necesitan algo, y cuando algún vecino tiene que ir a trabajar, les hace la compra o las gestiones, pero ya no pueden salir», explica.

Lo más curioso es que en el cercano Pico el Águila está una de las mayores infraestructuras de comunicación de la comunidad, que tramite señal a la Hoya de Huesca, Sobrarbe o Monegros, pero por la orografía, «no hay acceso directo» al pueblo, explica Gella. «Es indignante que por vivir en un pueblo no tengan los mismos derechos», lamenta.

DATOS

Salvando estas zonas, o puntuales problemas telefónicos como los que ha habido este fin de semana en Farlete, o desde hace 20 días en algunos teléfonos de Cosa, en Teruel, la red se está compartando bien para el incremento de tráfico que soporta.

Fuentes de Telefónica explicaban que, comparando el volumen del pasado 26 de marzo con el día 3, antes del inicio del confinamiento, el volumen de datos móviles utilizados ha aumentado un 27%, y las llamadas un 33%. La banda ancha ha repuntado un 12,42% (bastante por debajo del 23% nacional), pero lo más llamativo es el fijo, que ha subido un 68%.

Por horas, es curioso comprobar cómo a las 20.00, la hora del aplauso, el tráfico prácticamente desaparece.