«Tengo el covid-19 y os voy a infectar a todos». De esta forma protestó una zaragozana ayer en el centro de salud Delicias Norte, después de que no se sintiera atendida por los sanitarios. Acabó siendo detenida por la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón.

El incidente calificado policialmente como alteración del orden público se produjo sobre las 10.50 horas. Según pudo saber este diario, la mujer de unos 40 años entró al ambulatorio, uno de los más castigados en la segunda ola del coronavirus, para ser asistida por un médico. Le explicaron el protocolo a seguir, pero, al parecer, no le gustó a la paciente que decidió quitarse la mascarilla y amenazar a los allí presentes con contagiarles el virus porque estaba contagiada.

Unos gritos que alarmaron a los pacientes y sanitarios que trataron de alejarse lo máximo posible de la mujer, si bien, según estas mismas fuentes, ella no se quedó quieta y trató de romper la distancia de metro y medio propuesta por las autoridades sanitarias para evitar la transmisión del covid-19.

Desde el centro de salud llamaron de forma inmediata a la sala del 091 que activó varias patrullas de la Brigada de Seguridad Ciudadana de la Jefatura Superior de Policía de Aragón que se personaron en el lugar con el consiguiente riesgo también para los agentes. Cuando estos entraron a las instalaciones sanitarias, la mujer mantenía la misma actitud, por lo que los policías tuvieron que reducirla por la fuerza. Durante la intervención policial, la mujer no dudó en mostrar resistencia, aunque ningún agente resultó herido.

Por todo ello, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo a la sospechosa por alteración del orden público y resistencia a la autoridad. Si las pruebas de PCR dieran positivas y alguna persona hubiera resultado infectada, la mujer podría afrontar una nueva imputación: un delito contra la salud pública. Un incidente que se suma a otros sufridos por hosteleros y por policías y guardias civiles.