Los albergues turísticos empiezan a preparar ya su apertura de cara a un verano inusual en el que cuentan con muchas probabilidades de triunfar entre los usuarios que buscarán reducir al mínimo el coste del alojamiento. Y entre otras medidas para garantizar la seguridad frente al coronavirus, los huéspedes deberán hacerse la cama en aquellos casos en los que opten por habitación compartida.

Esta es una de las principales novedades que se recogen en el protocolo sanitario elaborado por el Instituto para la Calidad Turística Española (ICTE) para el Ministerio de Sanidad para los albergues turísticos. Un sector que el pasado año contabilizó 1,07 millones de viajeros y 2,98 millones de pernoctaciones, un 2,5% más que en 2018.

¿Habrá aforo máximo?

El protocolo sanitario establece que este tipo de establecimientos deberán definir los aforos de cada una de sus instalaciones, desde las habitaciones a las duchas pasando por las zonas comunes, y posteriormente determinar cómo se va a asegurar el cumplimiento de las medidas preventivas y de higiene.

¿Cómo es la higiene de las mochilas?

En este sentido, se insta a que los albergues dispongan en la zona de recepción y acogida con desinfectantes para manos, zapatos, mochilas y bicicletas, y establece que el personal del albergue no puede manejar directamente estas pertenencias de los viajeros, por lo que se recomienda disponer de bolsas de plástico para que los clientes puedan depositar sus mochilas, botas u otros objetos potencialmente contaminados.

¿Cómo funciona la recepción?

En cualquier caso, y al igual que en otros establecimientos hoteleros, se recomienda el fomento del checking online y el autochecking, así como la comunicación vía telefónica con la recepción.

¿Cómo se desinfectan las habitaciones?

Las recomendaciones más llamativas surgen en cuanto al alojamiento. Los albergues deben tratar de organizar camas y habitaciones con un plazo “de reposo” entre un cliente y otro, a fin de proceder a su correcta desinfección, y se debe proporcionar geles desinfectantes en la zona de acceso a las habitaciones. Asimismo, se propone la colocación de alfombras desinfectantes a la entrada de cada habitación.

¿Habrá distancia de seguridad en las habitaciones?

En el caso de las habitaciones compartidas, el protocolo señala que se dispongan las camas respetando las medidas de seguridad y aislamiento social, y que “se debe instar a los clientes a hacer sus propias camas, así como a que no toquen camas o literas de otros clientes”.

¿Cómo se controla la ropa y los zapatos?

Para ello, el albergue facilitará al viajero la ropa de cama embolsada o empaquetada, garantizando así que se encuentra limpia y evitando la contaminación por parte de posibles clientes que hayan llegado con anterioridad. Además, propone habilitar armarios o estanterías fuera de las habitaciones para guardar ahí los zapatos de los clientes.

¿Cómo se ventilan las zonas comunes?

El protocolo incluye una larga serie de recomendaciones para todos aquellos espacios compartidos por los viajeros. Así, en la zonas de aseo común, por ejemplo, se establece que deberán limpiarse y desinfectarse al menos seis veces al día, mientras que la zona de comedor debe ventilarse tras cada turno y se desinfectarán sillas y mesas. Se deberá emplear menaje desechable y, al igual que en otros establecimientos hoteleros, se recomienda no usar cartas o menús para minimizar el riesgo de contagio.

¿Cómo se organizan la cocinas compartidas?

Además, propone que en el caso de existir cocinas de uso compartido, el albergue debe asegurar la limpieza del equipamiento como neveras y microondas después de cada uso, o clausurar temporalmente esta zona de no poder contar con empleados que realicen esas labores de limpieza. También se propone facilitar un espacio para consumo individual, y se insta al cliente a lavarse las manos antes y después de usar las máquinas de vending. Respecto a otras zonas de paso o uso común, se recomienda desechar productos y enseres cedidos por los clientes a su marcha.

¿Se pueden consultar las guías y libros?

De momento, tampoco se podrán consultar los libros o guías que los establecimientos suelen disponer en la recepción para cualquier huésped. Serán gestionados por la recepción y se instará al usuario a desinfectarse las manos antes y después de cada consulta.