El gobierno de Alemania se lanzará al rescate de la industria del automóvil. Tras unos días de tenso debate, el ejecutivo que dirige Angela Merkel ha aprobado un plan de estímulos industriales de 130.000 millones de euros para redirigir la economía tras la crisis del covid-19. El gobierno ofrecerá ayudas al automóvil de 2.200 millones de euros, otorgando hasta 6.000 euros por la compra de un vehículo eléctrico. El doble que hasta ahora.

Los fabricantes se han comprometido a aportar 3.000 euros más, por lo que un coche eléctrico podría conseguir una rebaja de hasta 9.000 euros... siempre que su precio no supere los 40.000 euros, algo parecido a lo que ya implantó China hace un mes al salir de la crisis del coronavirus. Los eléctricos, además, no pagarán impuestos hasta el 31 de diciembre del 2030 (cinco años más que la moratoria actual).

La propuesta alemana podría ser seguida de cerca los próximos días por el Gobierno español, que anunció hace una semana que daría a conocer un plan para el automóvil. En el proyecto de ayudas alemán se incluyen también 2.500 millones de euros para la creación de infraestructuras de recarga (el gran caballo de batalla del vehículo eléctrico) y 7.000 millones de euros al desarrollo de la energía procedente del hidrógeno (algo en lo que están bastante más avanzados que España). No podíamos lanzar un paquete de estímulos en el sentido tradicional", señaló la canciller alemana.

Finalmente se quedarán fuera de las ayudas los vehículos equipados con motor de combustión, ya sea diésel o gasolina, algo que en un principio no estaba contemplado. La presión de los ecologistas ha acabado por dejarlos fuera de la puja por las ayudas. No obstante, Merkel ha introducido un pequeño alivio para los combustibles fósiles y permitirá, por ejemplo, que todos los vehículos se beneficien de una rebaja del 3% del IVA (que del 19% pasará al 16%). También se rebajará la tasa reducida, pasando del 7% al 5%. Las medidas, no obstante, son temporales.

CAEN LOS TRES GRANDES

Las noticias del plan de ayuda, no obstante, no han acabado de gustar en el sector del automóvil alemán que ha visto como el gobierno dejaba fuera a los motores de combustión. Por ello, Volkswagen, BMW y Daimler (Mercedes-Benz) ha sufrido una caída en su cotización en bolsa en Fráncfort.

Volkswagen cedió un 1,32%, pagándose la acción a 141,61 euros. Daimler cayó un 1,59% (37,08 eurospor acción) y BMW retrocedió un 0,33% (a 58 euros por título). Los dos primeros acabaron salvando los muebles ya que a media sesión estaban rozando pérdidas del 4 y 5%, respectivamente. La mayor fortaleza de BMW en el terreno del hidrógeno (beneficiado por las ayudas) les ha valido para caer menos.