La alimentación y la correcta hidratación es pieza clave para prevenir la infección del coronavirus o incluso mejorar su curación. En determinados momentos de alto nivel de estrés, descuidamos los hábitos alimentarios y nos despreocupamos de alimentarnos correctamente, abusando de alimentos procesados y en general tendemos a hacerlo muy mal. Alimentarnos bien y seguir unos hábitos saludables es quizá uno de los mejores aliados para combatir un virus que puede poner en peligro nuestro sistema inmunológico.

Las vitaminas y oligoelementos (pequeños minerales que ingerimos con alimentos) son esenciales para reforzar nuestro sistema inmunológico y los alimentos pueden ser una gran herramienta para luchar contra el coronavirus.

Durante estos días de cuarentena, necesitamos que nuestras defensas estén fuertes y preparadas y nuestro organismo sano y equilibrado para poder combatir sin ningún problema a este virus. Es importante reforzar las defensas de nuestro sistema inmunitario y alimentarnos bien, evitar comer alimentos con alto contenido de azúcar, alcohol, los ultraprocesados, las grasas, los conservantes y aditivos, entre muchos otros, porque generan debilidad en nuestras defensas y hacen que seamos más vulnerables a el virus. Una lista de alimentos aconsejable que pueden beneficiarnos:

El chocolate con más de un 70% de cacao contribuye a producir oxitocina, hormona de la felicidad, teobromina (alcaloide natural) es un excelente alimento para mejorar el estrés.

La vitamina D ayuda a la absorción de calcio y fósforo, necesario para el mantenimiento de los huesos, además mejora el metabolismo celular. Naturalmente es recomendable tomar el sol 10-15 minutos desde el balcón o la ventana. Pero también algunos alimentos contienen esta vitamina, los lácteos los huevos las setas el aguacate el hígado y el marisco, el pescado azul y el arroz .

La vitamina C es un antioxidante y naturalmente ayuda muchísimo al sistema inmunológico. Algunos alimentos que lo contienen son la naranja, la grosella negra, el perejil, el pimiento rojo, coles de bruselas, kiwi los cítricos ,etc….

La vitamina B ayuda a mantener las mucosas en condiciones normales. Son ocho las vitaminas pertenecientes a esta categoría y están relacionadas con el metabolismo celular que ayuda frente a una posible infección de cualquier virus. Contienen esta vitamina el arroz, los cereales integrales, el germen de trigo, las legumbres, la carne roja, el pescado, el pollo o los huevos.

La vitamina A ayuda a la formación y mantenimiento de los tejidos blandos y óseos, de las membranas de las mucosas. Se encuentra en la leche, la mantequilla, la lechuga y la calabaza.

El ácido fólico ayuda a crear glóbulos blancos (leucocitos), los cuales son necesarios ya que son los protagonistas ante cualquier infección. En especial ante el coronavirus tener un alto nivel de leucocitos nos viene muy bien. Algunos alimentos ricos en ácido fólico son las legumbres, el arroz, el pan, el brócoli y los cereales.

El Omega 3 ayuda a mejorar nuestras defensas y nos aporta energía. Se encuentra en los pescados especialmente los azules, el aguacate, los frutos secos y la avena.

La vitamina E, además de ayudar a la cicatrización, genera células de defensa por lo que refuerza el sistema inmunitario. Se encuentra en frutos secos aceites vegetales, el trigo, la soja, las hortalizas de hojas verdes y los cereales.

El hierro es esencial para la elaboración de hormonas y de tejidos conectivos, ayuda en el transporte de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, tiene un papel fundamental en la síntesis del ADN y aumenta nuestra resistencia a las enfermedades. Los alimentos que contienen hierro en abundancia son las lentejas las espinacas, las frambuesas, la levadura de cerveza, los pistachos, los cereales, el hígado, el pollo, el pescado, los huevos etc.

Zinc. Es un excelente oligoelemento que ayuda al sistema inmunitario a combatir bacterias y virus, ya que favorece la producción de linfocitos, activa ciertas hormonas, básico para la formación de insulina y muchas otras proteínas. Se encuentra en las almejas, las avellanas, almendras, nueces, pavo, pollo, queso, germen de trigo, legumbres, lácteos, pescado, etc.

Es importante controlar los hábitos alimentarios y las emociones, comiendo más despacio y menos cantidades, sin olvidarnos de una excelente hidratación (beber mucha agua) nos ayuda a mantener una buena homeostasis y estar mejor preparados para un posible contagio e incluso mejorar nuestro estado si estamos contagiados .

No podemos permitir que la cuarentena (que tal vez sea más larga de lo que inicialmente creímos) se convierta en un castigo, o en una espera pasiva, monótona y tediosa. Hay que buscarle alicientes a esta forzada situación que nos toca vivir, porque si no se apoderará de nosotros la desgana y seremos víctimas de la ansiedad -que es normal sentir en esta situación- y también candidatos a la depresión y a las secuelas psicológicas que suelen aparecer tras un confinamiento (como por ejemplo el estrés postraumático o las fobias), estigmas que a veces llegan a durar meses o años después de haberse normalizado la situación.