Los ciudadanos de Huesca han vivido de una manera muy distinta lo que hubiera sido este domingo el inicio de las Fiestas de San Lorenzo, que ha quedado suspendidas debido a la crisis sanitaria del coronavirus. El tradicional 'chupinazo', que se lanzaba desde el balcón del Ayuntamiento, congregando a miles de personas, ha sido hoy un recuerdo, pero muchos no se ha querido perder el típico almuerzo en las terrazas de los bares, con aforo limitado a diez personas por grupo.

Los accesos a la plaza de la Catedral, epicentro del 'chupinazo', han sido cerrado para evitar concentraciones de personas, y se ha desplegado el mismo dispositivo policial que había otros años en los sanlorenzos, incluso reforzado. Las fiestas patronales se habrían celebrado del 9 al 15 de agosto.

No obstante, muchas personas han sacado de sus armarios el atuendo blanco y verde, y sin olvidar la mascarilla, han salido a la calle, muchos de ellos a desayunar en las terrazas de algunos de los bares, donde este año ha imperado la tranquilidad, y se han visto muchos menos clientes. A mediodía, se han podido oír algunos petardos y un cohete lanzado desde el pasaje de Almeriz.

El Ayuntamiento de Huesca ha agradecido a los oscenses su comportamiento "ejemplar" y su responsabilidad durante la mañana de este domingo, y ha expresado su orgullo por la responsabilidad que están demostrando los ciudadanos

Luis Felipe, que ha bajado a la plaza de la Catedral a las 12.00 horas, junto al concejal de Cultura y Fiestas, José Ramón Lasaosa, ha asegurado sentirse "tremendamente orgulloso de la ciudad por la responsabilidad que los oscenses están demostrando ante la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, y aún más si cabe en un día tan especial como el 9 de agosto".

Un día que hasta el momento, tal y como han confirmado desde la Policía Local, se está desarrollando con total tranquilidad y sin incidentes reseñables.

El alcalde ha destacado lo siguiente: "Está siendo un día sentimentalmente difícil, en el que quiero tener también una mención especial para el sector de la hostelería. Muchos hosteleros han cerrado de forma responsable en un día importante para su economía. Este sector, que está pasando momentos difíciles, se está sacrificando hoy por el bien de todos".

Luis Felipe tampoco se ha olvidado de todos los sectores que hacen que las fiestas sean posibles año tras año, "y con los que volveremos a disfrutar de las Fiestas de San Lorenzo en 2021". A toda la sociedad oscense, ha finalizado el alcalde, "muchas gracias".

Desde el Ayuntamiento se ha insistido una vez más en la necesidad de ser responsables para evitar nuevos brotes de coronavirus. El alcalde ha pedido en un bando la colaboración ciudadana para que se cumplan las medidas que limitan el ocio y las reuniones sociales "para garantizar la seguridad de todos".

El bando recoge algunas prohibiciones. No se pueden ampliar terrazas, fuera de las ya concedidas, ni se autoriza la modificación del mobiliario de las mismas, aún cuando fuese temporal, con motivo de las Fiestas de San Lorenzo al haber sido suspendidas "con el fin de evitar aglomeraciones" y garantizar que clientes y trabajadores mantengan la distancia de seguridad para evitar la propagación de la COVID-19.

No se autoriza la instalación de televisores o pantallas en las terrazas, salvo motivos muy excepcionales permitidos previamente por el decreto de alcaldía del pasado 23 de junio. El objetivo es, igualmente, evitar aglomeraciones, motivo por el cual tampoco se autorizará la realización de actuaciones musicales en directo en las terrazas.

El edicto recuerda que, en aplicación de la orden del Gobierno de Aragón de 5 de agosto, la apertura de los establecimientos de hostelería y restauración no puede exceder de la una de madrugada y, según otra orden del mismo Ejecutivo, en los locales de hostelería y restauración para consumo en el local, el aforo máximo permitido en su interior es del 50 por ciento y en las terrazas no podrá superar el 75 por ciento.

En ambos casos solo se permite el consumo sentado en mesa o agrupación de mesas, no admitiéndose grupos superiores a diez personas en cada mesa o agrupación de mesas.

Se prohíbe el consumo colectivo o en grupo de bebidas en la calle o en espacios públicos ajeno a los establecimientos de hostelería o similares "por resultar contrario al principio general del precaución" y constituir dicha actividad "un riesgo evidente e innecesario de propagación del virus causante de la pandemia".

Por lo que se refiere a la actividad desarrollada en peñas o locales de reunión asimilados, podrá autorizarse por la autoridad sanitaria en su caso, y siempre que la evolución de la situación epidemiólógica así lo permita, a partir del día 30 de septiembre de 2020, quedando entre tanto suspendidas.

Las reuniones sociales no han de superar el número de diez personas, salvo en el caso de personas convivientes, tanto en espacios de carácter público como privado.

Asimismo, recuerda el uso obligatorio de mascarilla en la vía pública, en los espacios al aire libre y en cualquier espacio cerrado de uso público o que se encuentre abierto al público, con independencia del mantenimiento de la distancia física interpersonal de seguridad.

RESPONSABILIDAD

El Gobierno de Aragón ha pedido responsabilidad para evitar reuniones de más de diez personas y cumplir las medidas establecidas por el Departamento de Sanidad, también en los municipios que estos días deberían celebrar sus fiestas patronales, como la ciudad de Huesca.

La consejera de Sanidad, Sira Repollés, ha manifestado esta semana que no se permite en toda la Comunidad ni las peñas, ni los botellones y los establecimientos de hostelería y bares debe cerrar a la una de la mañana.

Asimismo, ha remarcado que solo puede haber agrupaciones sociales de diez personas como máximo y "si esto se cumple, estaremos siguiendo las medidas" para evitar la propagación de la COVID-19. "Todo lo que vaya más allá, será una excepción de la norma", ha apostillado.

Por su parte, el director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, ha comentado que las autoridades sanitarias no pueden estar "ni en las casas, ni en las peñas, pero sí hacer recordatorios insistentes en que hay transmisión comunitaria" de la COVID-19 y por eso se han de adoptar medidas "que minimicen los riesgos" de contagio y que la epidemia "se perpetúe o mantenga".