Aragón dará este fin de semana un paso más hacia la nueva normalidad. Será el primero en que se pueda viajar entre las tres provincias, lo que provocará que muchos zaragozanos escapen hacia sus segundas residencias en el Pirineo o sus pueblos de origen por primera vez en tres meses. Las previsiones meteorológicas, además, no son del todo malas. Las vías de salida de la ciudad, sobre todo las que se dirigen a Huesca, ya dejaban ver ayer que estos días las carreteras estarán más llenas de lo que es habitual desde el inicio de la pandemia a mediados de marzo. Aunque todavía tímidamente, todo ello impulsará el turismo y la actividad de los negocios hosteleros, sobre todo en el Pirineo.

«Confiamos en que este fin de semana sirva para que veamos más luz al final del túnel. Que toda la población de Zaragoza ya pueda viajar es un motivo para la esperanza», resume el presidente de la Confederación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Aragón, Luis Vaquer. En este mismo sentido se manifiesta la vicepresidenta de la Asociación Provincial de Hostelería y Turismo de Huesca, Anabel Costas, que destaca que para estos días ya se percibe un leve aumento de las reservas. «Aún hay negocios que siguen cerrados y esperando a ver cómo reacciona la gente, pero nosotros por ejemplo sí que hemos notado ya este pequeño repunte de reservas», destaca Costas, que regenta un hotel en Tramacastilla de Tena. Todos los hosteleros, no obstante, esperan como agua de mayo la libertad total de movimientos en toda España, algo que sucederá a partir del 22 de junio.

El Pirineo será este fin de semana el destino de muchos zaragozanos que ya tienen ganas de realizar senderismo o simplemente disfrutar de la naturaleza. Además, las montañas y parques como el de Ordesa estarán disponibles solo para los aragoneses, ya que los desplazamientos entre comunidades aún están restringidos. «Esta semana los comerciantes y los hosteleros ya han empezado a notar una mayor presencia de zaragozanos que tienen aquí apartamento y este fin de semana prevemos un aumento importante», indica el alcalde de Jaca, Juan Manuel Ramón, que apunta que se han instalado carteles y cintas para facilitar que se cumplan todas las medidas de prevención.

Por su parte, los restaurantes de la capital de la Jacetania (muchos no habían abierto hasta esta semana) ya esperan con los brazos abiertos a los visitantes. «Este será el segundo fin de semana que estaremos abiertos y la verdad es que hemos notado bastante diferencia; con esto de las limitaciones de aforo ahora nos caben en el comedor unas 50 personas y ya solo con las reservas tenemos lleno la mitad del salón», destacan desde el restaurante Las Tres Ranas.

De vuelta al pueblo

Pero este fin de semana no solo se notará más afluencia de gente en el Pirineo. Muchos pueblos de toda la comunidad recibirán visitantes después de tres meses en los que la calma ha sido la nota predominante. Y es que son muchos los zaragozanos que tienen familiares y residencia en los pueblos. La posibilidad de poder viajar entre las tres provincias permitirá incluso que se produzcan reencuentros muy deseados desde hace tiempo.

Eso sí, los municipios piden responsabilidad y cautela a todos los visitantes para que no lleven la enfermedad. Ayer, por ejemplo, el alcalde de la localidad turolense de Beceite, Juan Enrique Celma, mostró su preocupación porque la llegada de turistas en verano pueda provocar que se registren contagios por coronavirus. «Los hoteleros y las casas rurales ya empiezan a tener reservas y eso es bueno, pero también podría suponer un problema porque, en un año normal, la población en nuestro municipio se multiplica por cinco o por seis», explicó el alcalde de este pueblo del Matarraña.

Sin duda, el turismo de interior se puede ver beneficiado este año con visitantes que huyan de las masificaciones de las playas o las grandes ciudades. Aragón puede tener en este sentido una cierta ventaja competitiva a partir de que el próximo 22 de junio se permita la libertad de movimientos. Los turistas que vengan, además, disfrutarán de una naturaleza en su máximo esplendor gracias a las abundantes lluvias de la primavera y una fauna que ha tomado de nuevo su hábitat debido a la ausencia de personas. Algo que ya podrán comprobar los que suban este fin de semana al Pirineo.

A pesar de que el tráfico aumentará estos dos días en las carreteras de la comunidad, la Guardia Civil no ha previsto un dispositivo especial ya que el flujo de vehículos tampoco se espera que sea excesivo. Lo que sí está previsto es reforzar los controles en los límites de la comunidad autónoma para vigilar que ni entra ni sale nadie sin autorización. Además, los controles en las limitaciones provinciales también se mantendrán. Con la desescalada se ha ido notando un incremento de la afluencia de coches en las carreteras.

El tráfico se va recuperando

Con la desescalda progresiva de las distintas fases del estado de alarma el tráfico en las carreteras aragonesas ha ido subiendo de forma paulatina. Así, por ejemplo, el pasado lunes, cuando dio comienzo la fase tres y ya se permitían los desplazamientos entre provincias, se percibió un notable aumento de la afluencia de vehículos. Según los datos de la Delegación del Gobierno, ese día se produjeron 220.889 accesos a Zaragoza (sumando las entradas desde la A23 dirección Huesca, la N330 Teruel y Huesca, la A2 dirección Madrid y Barcelona, y la A68 Castellón y Logroño). El lunes 1 de junio, solo una semana antes pero aún en fase dos, se registraron 182.071 accesos. La declaración del estado de alarma el pasado 14 de marzo desplomó el tráfico en las vías de la comunidad. El día 13 de marzo se produjeron 244.636 entradas a la capital aragonesa, mientras que solo una jornada después bajaron a 98.711. El día que menos accesos hubo fue el domingo 12 de abril con 15.176, ya que el tráfico de transportistas baja los fines de semana.