La vacuna del covid ya está un paso más cerca de Aragón y la consejera de Sanidad, Sira Repollés, ratificó ayer en el pleno que el proceso «está encarrilado» y «listo» para comenzar a vacunar en enero o febrero. Previsiblemente, la primera en llegar será la de Pfizer, que consta de dos dosis y unas condiciones especiales de conservación (a -80 grados), por lo que para garantizar su correcto almacenamiento el Gobierno de Aragón ha adquirido ya dos ultracongeladores, según dijo Repollés. La empresa aragonesa Inycom es la distribuidora oficial de estos congeladores, fabricados en Japón.

De inicio se recibirán 180.000 dosis para vacunar a 90.000 personas del primer grupo de población vulnerable: ancianos de residencias o centros sociales y personal sanitario y sociosanitario. Después llegará la vacuna de Moderna, «de forma que habrá dosis suficientes para no interrumpir la vacunación y administrarla al resto grupos de población según la secuencia propuesta por el ministerio», concretó Repollés.

De momento, en Aragón se están ultimando los procedimientos y se están estableciendo las pautas de recepción, distribución, organización de puntos de vacunación (en principio los centros de salud) y previsión de necesidades de recursos humanos y materiales. Dada las características de la vacuna, su traslado será en un transporte especial.

Mientras la anhelada dosis contra el covid llega a Aragón, el virus sigue presente en la comunidad, pero con una incidencia a la baja que también sigue mejorando en los hospitales. En las últimas 24 horas se han detectado 253 nuevos casos correspondientes a los resultados de 2.742 pruebas. La tasa de positividad ha vuelto a caer por debajo del 10% (9,23%) y en las unidades de cuidados intensivos (ucis) hay cinco pacientes menos. Actualmente los ingresados son 89 frente a los 94 del último parte. Las hospitalizaciones en planta también han vuelto a bajar en 14 usuarios y ahora hay 433 ingresados.

Antígenos / Repollés apuntó que, desde que se inició la pandemia, Aragón ha realizado un total de 739.204 pruebas diagnósticas de covid, lo que supone 563 por cada 1.000 habitantes. «Es decir, a más de uno de cada dos aragoneses», matizó. La capacidad de realizar PCR ha sido elevada y ha permitido aumentar la detección, pero de momento lo que Aragón descarta es la realización de test de antígenos en las farmacias. «Es una opción que no está madura dado que presenta dificultades desde, por ejemplo, el punto de vista informático, de personal y de seguridad», apuntó en el pleno. «Complicaría la vida a los profesionales de Atención Primaria, donde el volumen de trabajo se centra fundamentalmente en el rastreo», añadió. Sí que dejó abierta esta vía (los colegios de farmacia lo han pedido), pero «en ningún caso resultaría útil» para realizar un cribado de la población, «si las circunstancias cambian». «Por el momento no estamos al límite en cuanto a la capacidad de realizar test», dijo