No hay nada decidido, pero tampoco descartado. Este es el mensaje que lanza el Gobierno de Aragón ante la posibilidad de aplicar en la comunidad la prohibición de fumar en calles y terrazas que ha tomado Galicia y que también llegará a Canarias. La consejera de Sanidad, Sira Repollés, explicó que están valorando la posibilidad de imitar a los gallegos «igual que se hace con el resto de medidas que toman otras comunidades autónomas». La eventualidad, aunque solo insinuada, ya ha enfadado al sector de la hostelería, pues creen que están pagando con sus negocios la mayoría de los planes de contención contra el covid.

Si diera el paso, el Gobierno de Aragón se sumaría de este modo a la lista de autonomías que han optado por esta prohibición, que afecta también al uso de cigarrillos electrónicos. El objetivo es detener los contagios comunitarios, pues argumentan que la expulsión del humo es un factor de riesgo para la expansión del virus. Y también que el propio gesto de consumir un cigarrillo expone a los individuos a un mayor riesgo de contagio ya que los fumadores se tocan la cara entre 200 y 300 veces más que los no fumadores. Esto implica que pueden entrar en contacto con superficies contaminadas y después tocarse la cara. En cualquier caso, la restricción del tabaco no sería inminente, pues Repollés ligó la decisión a la evolución de un rebrote que ahora mismo muestra una curva de contagios en su opinión «claramente descendente».

Madrid, la Comunidad Valenciana, Andalucía, Euskadi o Cataluña también se disponen a poner sobre la mesa de debate esta medida. Primero, recopilando informes técnicos sobre su efectividad. Y, después, valorando su posible aplicación como se está haciendo en Aragón.

El director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, consideró positiva esta tendencia de las autonomías en la medida que «está destinada a garantizar el uso adecuado de las mascarillas y el mantenimiento de la distancia de seguridad». Pero, en este caso, son las comunidades autónomas las que deben tomar la decisión de si aplican (o no) esta nueva normativa.

SIN PRUEBAS / A pesar de que nada está decidido, la hostelería se ha apresurado a rechazar este tipo de medidas. Consideran que no existen pruebas sobre la utilidad de restringir el humo en las terrazas. Sobre todo después de haber apostado por la ampliación de estos espacios como un modo de compensar los enormes daños del covid a sus negocios. «El anuncio llega en el momento más inoportuno», aseguró el presidente de la Federación Española de Hostelería (Fehr), José Luis Yzuel. Este aragonés, además, manifestó que desde el sector ya han hecho «todo lo posible» para evitar contagios entre sus clientes._«Hemos demostrado que la salud es una prioridad para todos nosotros», reiteró.

Esta «criminalización» de los bares y restaurantes implica dejar de actuar en aspectos sociales en los que realmente se están produciendo los contagios, según advirtió el gerente de Cafés y Bares de Zaragoza, Luis Femía. «Las medidas que se tomen para afrontar la pandemia deberían estar motivadas en datos e informes, sin embargo, nadie ha podido justificar que fumar sea causa directa», explicó. Desde la entidad indicaron que a pesar de las restricciones que ya les afectan (como la limitación de aforos o la prohibición de usar las barras) los contagios siguen en aumento. «Lo interesante sería actuar en otros focos más difíciles de controlar, como son las reuniones privadas o los desplazamientos», precisó.

El relato de «los golpes» que ha recibido el sector de la hostelería con el objetivo de contener la propagación del virus es largo y en ocasiones contradictorio. «Estamos notando que no tienen una estrategia clara a seguir», manifestó Femía. Y en la memoria de todos ellos está la prohibición de fumar en el interior de los locales, algo que consideran «socialmente superado», pero que en su momento trastocó el rumbo de multitud de establecimientos abiertos al público. «En este momento hemos calculado que existe una posibilidad real de que desaparezcan el 50% de los negocios, algo que tendría que preocupar enormemente a las autoridades», puntualizó.

Por otro lado, en las dos entidades profesionales lamentan que desde las autoridades no se han puesto en contacto con ellos para tratar de consensuar las medidas o para poder manifestar sus objeciones ante. El consumo medio ya ha caído al 20% y las perspectivas parecen cada vez peores, a pesar de los planes de promoción del turismo o de las ayudas que reciben los empresarios afectados por la cuarentena.

Los que consideran que la limitación no afectará de forma directa a sus cuentas son los propietarios de los estancos._Asumen que el hábito de los fumadores no desaparece a pesar de las prohibiciones. «Vemos que la gente intenta dejar el tabaco, pero siempre por motivos personales o de salud, nunca por presiones externas», indicó el responsable de varios estancos en el centro de Teruel, Manuel Martínez.

Como trabajador en uno de los negocios que pudo permanecer abierto durante toda la cuarentena manifiesta que no han sentido de forma directa la crisis del coronavirus. «Los fumadores siempre buscan alternativas», señaló. Una opinión que comparte el propietario de un estanco en la calle Doctor Cerrada de Zaragoza, Fran Plano. «El nivel de ventas se mantiene normal, no creo que nos afecte», dijo.

HORARIOS DE CIERRE / La posible prohibición del tabaco en las terrazas no es el único conflicto que el Gobierno de Aragón tiene abierto con la hostelería. La consejera de Sanidad confirmó que ha dado el visto bueno a la decisión del Ejecutivo de presentar alegaciones a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), que suspendió cautelarmente la orden de cierre de los establecimientos a la una de la madrugada.

«El ocio nocturno es una de las actividades con alto índice de contagios» y la voluntad actual sigue siendo la de restringirlo al máximo, según insistió la consejera, a pesar de reconocer que se tienen que mover «en un equilibrio entre la economía y la prevención de la curva de contagios».

Por su parte, Simón, aplaudió la evolución del rebrote en la comunidad, a pesar de las «subidas y bajadas» de algunos barrios de Zaragoza que se han detectado en los últimos días. «Lo que se ha hecho en Cataluña y Aragón puede servir de ejemplo para otros territorios, ha sido un éxito relativo, se ha demostrado que el brote se puede controlar», estableció