Salud Pública notificó ayer 681 casos positivos de covid-19 registrados en las últimas 24 horas. Una cifra que, por segundo día consecutivo, supera los 650 casos en la comunidad después de realizar un total de 3.428 PCR y de alcanzar una tasa de positividad del 16,95%. Lo peor es que redunda en la temida tendencia al alza que provocaría el endurecimiento de medidas anunciado el pasado viernes por la DGA. Por provincias, ayer, Zaragoza registró 450, Huesca 104 y Teruel 113.

Las zonas básicas de salud más afectadas eran Fernando el Católico, en la capital aragonesa, y Teruel Centro, que sumaron 30 positivos, seguidas de Las Fuentes Norte, San José Centro y San Pablo, todas en Zaragoza, con 20 casos cada uno, al igual que, con 19, estaban Torre Ramona y Torrero-La Paz, y con 18 en Avenida Cataluña y Sagasta-Ruiseñores.

Este aumento progresivo sigue haciendo saltar las alarmas en el Gobierno de Aragón a apenas un día de que se endurezcan las medidas para atajar la elevada incidencia que se están registrando en unos días donde las camas de uci ocupadas por pacientes de covid-19 ya son 66 y 460 en planta. A día de hoy, hay un total de 36 camas de uci con respirador disponibles, cuatro más que el día anterior, a lo que hay que añadir nueve que no cuentan con respirador.

A pesar de que las nuevas restricciones están al caer y los aragoneses deberían estar con el miedo en el cuerpo por lo que pueda pasar, ayer mismo, por ejemplo, algunos vecinos del barrio Oliver, en Zaragoza, llamaron a la Policía para alertar de una posible aglomeración en la celebración de una comida en el campo del fútbol del Escalerillas después de un partido. Una muestra de la confusión en las normas que sí existe.

Aunque la DGA recomendaba no hacer este tipo de celebraciones y reuniones, el establecimiento sí cumplía con las normas: las mesas tenían separación suficiente y cada una era para siete u ocho comensales. Aunque no eran los seis como máximo que en pocos días podría ser obligatorio