-¿Cómo afectará toda esta parálisis a la economía aragonesa?

-Retomar la actividad va a ser complicado. Habrá que hacerlo de forma gradual y para esto se requerirá de una sincronización y habrá que manejar bien los tiempos. Por eso hay que evitar por ejemplo la confusión que generó el decreto del pasado domingo. Dicho esto, creo que la verdadera parada de actividad se produjo cuando se decretó el estado de alarma. La de ahora es una vuelta de tuerca más que profundiza sobre todo en la construcción. No creo que haya tanta diferencia.

-Algunas organizaciones empresariales han reclamado que el Estado sufrague una parte del permiso retribuido recuperable.

-Sí y no tiene mucho sentido porque los trabajadores van a tener que devolver las horas, la empresa no va a perder nada. Lo único que hay que hacer es negociar cómo se recuperan esas horas y ya está.

-La mayoría de empresas han recurrido a los ERTE. ¿Son muchas las que directamente han despedido?

-No son una minoría. En CCOO calculamos que se han realizado un millón de despidos, unos 30.000 en Aragón. Esto no tiene ningún sentido teniendo en cuenta que hemos creado una legislación nueva para agilizar los ERTE y que tuvieran unas condiciones mejores. No hay que olvidar que es un dinero que ponemos entre todos para evitar el cierre de empresas.

-El dato del paro de marzo asusta.

-Vamos a batir todos los récords históricos en cifras globales, aunque es posible que en abril se superen. Si unimos los despedidos con los trabajadores que han ido a un ERTE podríamos sumar fácilmente unos 100.000 parados a los 67.000 que había en febrero.

-Hay mucha gente que se va a quedar en la cuneta. ¿Ahí hay que poner el foco ahora?

-Totalmente. Las medidas que se están tomando se deben acompañar de actuaciones de protección. En el ámbito laboral pienso por ejemplo en los trabajadores que no tenían cotización suficiente para recibir prestación, en las empleadas del hogar o en los que no van a poder pagar el alquiler. Hay que proteger a esa gente.

-Las empresas tildan de insuficientes las medidas planteadas por el Gobierno.

-En una situación sin precedentes como esta todos vamos a tener que hacer sacrificios. Algunos trabajadores han perdido su empleo y otros que han ido a un ERTE han visto reducido su salario, por lo tanto yo creo que las empresas deberían intentar ver cómo pueden aportar. No puede ser que la sociedad ayude más a unos que a otros. Ahí está la clave, en buscar un equilibrio.