Entre el resto de poblaciones aragonesas no alcanzan los 700.000 habitantes de Zaragoza capital. Y en la «inmensa mayoría» de esos 730 municipios que aglutinan a 600.000 aragoneses la incidencia del coronavirus ha sido «ínfima». Por ello, el presidente del Gobierno autonómico, Javier Lambán, solicitará al Estado que la mayor parte de la comunidad pase directamente a la fase 2 de la desescalada el día 11, cuando está previsto que se inicie la fase 1. «La última decisión la tendrá el Gobierno de España, a través del Ministerio de Sanidad, pero consideramos que esa inmensa mayoría de los municipios aragoneses pueden pasar directamente a la fase 2», expuso Lambán, que volvió a mostrar su rechazo a que el proceso se lleve a cabo por provincias «porque no se atiene a la realidad de Aragón, ya que el 76% de los municipios ocupan el 73 % del territorio y solo el 11% de la población».

Se trata, sostiene Lambán, de un «desierto demográfico», con una densidad de población de 4,7 habitantes por kilómetro cuadrado que en este caso «tiene que ser una oportunidad cuando la despoblación es un problema para su desarrollo». De hecho, en su opinión, estas zonas podrían recuperar la actividad de manera inmediata. «No sería equitativo desperdiciar esta ocasión para que estas zonas salgan antes de la crisis», insistió.

En este sentido, Aragón trasladará a mitad de semana al Gobierno, en el marco de una «cogobernanza» para la vuelta a la normalidad, que la desescalada se lleve a cabo en esta comunidad por zonas básicas de salud en lugar de por provincias, una unidad que, según Lambán, «no convence» a ninguno de los partidos políticos aragoneses a la hora de llevar a cabo el proceso de salida de la crisis sanitaria. «Pasar directamente a la fase 2 daría muchas más posibilidades de reanudación de la actividad económica y social, porque el virus en esas áreas ha sido prácticamente inexistente y porque comparten servicios públicos y se puede monitorizar la evolución de la pandemia en el caso de que hubiera que dar marcha atrás en las medidas adoptadas», explicó el presidente autonómico.

Aunque Lambán asegura que la normalización de la actividad puede producirse «sin ningún riesgo» y recuerda que «planteamos el inicio de la normalidad en municipios de menos de 5.000 habitantes y vemos bien lo de las franjas horarias en este tipo de municipios», pero si no se acepta este criterio, existen «otras fórmulas», como articularlas a través de las zonas básicas de salud, analizando en cada una la incidencia de los últimos 14 días y que la transmisión sea baja o muy baja y, acreditados varios criterios, se vaya avanzando en las siguientes fases de manera singularizada en cada una de ellas, «aunque la mayor parte del territorio aragonés podría empezar la vuelta a la normalidad directamente desde la fase 2», incidió.

En principio, la fase 0 que comienza este lunes -considerada como de preparación de la desescalada- durará hasta el próximo lunes, cuando comenzará la 1. Cada una de las tres fases previas a la nueva normalidad tendrá una duración mínima de dos semanas.