El inicio de la desescalada durante el mes de mayo ya tuvo su reflejo en las cifras de afectados por ERTE en Aragón. Según indicó este martes en las Cortes el director general de Economía de la DGA, Luis Lanaspa, la comunidad cerró mayo con unos 73.000 trabajadores afectados por una suspensión de empleo. El dato, aunque todavía muy elevado, dista mucho del récord que llegó a alcanzar Aragón a principios del mes pasado, cuando se contabilizaron más de 114.000 afectados. De esta forma se confirma que la vuelta a la actividad por parte de algunas empresas y negocios con la llegada de las fases 1 y 2 de la desescalada ya permitió en mayo que miles de empleados salieran de los expedientes temporales. Y todo hace prever que en este mes de junio, con la entrada en la llamada nueva normalidad, la cifra de afectados descenderá de forma notable.

Sin duda, esta caída será positiva para los intereses de la economía aragonesa ya que abrirá la puerta a una posible subida del consumo y el gasto de los hogares. En estos últimos meses, la mayoría de las familias de la comunidad solo han hecho frente a los gastos más necesarios y perentorios. Algo que no es de extrañar teniendo en cuenta que uno de cada cinco asalariados aragoneses se han visto inmersos en estos ajustes laborales (por no hablar de los autónomos que tuvieron que paralizar su actividad).

A ello se suma la caída en la afiliación. Solo en marzo la crisis del coronavirus destruyó 23.000 empleos en la comunidad, un desplome que se ha ido suavizando en los meses siguientes.

Los efectos de la pandemia en el mercado laboral motivaron este martes un pequeño rifirrafe entre Lanaspa y los portavoces del PP y Ciudadanos en la Comisión de Economía de las Cortes. El primero subrayó que Aragón «ha resistido mejor el impacto de esta crisis que España», mientras que los segundos advirtieron de que los datos son «de extrema preocupación». «La afiliación total ha bajado 1,7 puntos en Aragón, frente a los 3,8 puntos de España», indicó el director general de Economía.

Durante la comisión en las Cortes, el portavoz económico del PP, Javier Campoy, volvió a cargar contra Lanaspa y también contra el gerente del Instituto Aragonés de Empleo (Inaem), Raúl Camarón, que compareció antes, por la «inacción» de la DGA en materia de apoyos a los sectores más golpeados por la pandemia, sobre todo a los autónomos. «A diferencia de otras comunidades no han dado ninguna ayuda más allá de las líneas de financiación, que, además, ya estaban presupuestadas», criticó Campoy.

En este sentido, Lanaspa pidió a Campoy que fuera riguroso en sus declaraciones y aseguró que las citadas líneas de Avalia y Sodiar no estaban presupuestadas antes de la pandemia. «Le pido rigurosidad porque hace unos días también dijo en las Cortes que Aragón lideraba el desempleo femenino y eso no es cierto», le recriminó Lanaspa, que aludió a las ayudas que va a activar la DGA para la automoción y la economía social.