Aragón se unió ayer en el recuerdo a las víctimas por el coronavirus. Lo hizo a mediodía y al unísono en los 731municipios de la comunidad (y 13 barrios rurales de Zaragoza) en los que se plantó una carrasca y se colocó una placa de cerámica para recordar a las víctimas, a los que han combatido el virus en primera línea y a una sociedad aragonesa en su mayoría «ejemplar» en el cumplimiento de las medidas sanitarias contra la enfermedad.

Actos sencillos, organizados por el Ejecutivo aragonés y la Federación Aragonesa de Municipios, Comarcas y Provincias (FAMCP), en tributo a «los que nos faltan» por la pandemia.

En Zaragoza, el acto, celebrado en la plaza de la Ciudadanía, congregó a 91 personas de entre las principales autoridades de la comunidad, desde el presidente del Gobierno de Aragón, Javier Lambán, y el alcalde de la ciudad, Jorge Azcón, que intervinieron en el acto.

El recuerdo comenzó con el sonido desgarrador de siete tambores y bombos de las cofradías de Zaragoza, simbolizando los siete raigones de la carrasca ubicada en el primer cuartel del escudo de Aragón y que se ha convertido en el símbolo de este homenaje. Y lo es a muchos niveles, como glosó el presidente Javier Lambán, y el alcalde Jorge Azcón durante sus intervenciones, desde su representación escudo de Aragón, pasando por su resistencia, abundancia en Aragón y en toda España y su perenne verdor.

Los encargados de plantar la encina en la capital aragonesa fueron Carlos e Irene Aranda, hijo y nieta de la primera víctima mortal del coronavirus en la comunidad, natural de Sierra de Luna. Lo hicieron en representación de los afectados.

En todas partes las palabras de Manuel Vilas, Premio de las Letras Aragonesas, recordaron a los fallecidos. En Zaragoza, la actriz Luisa Gavasa, con indisimulada emoción, fue la encargada de poner voz al recuerdo a las vidas «hermosas» que se han perdido pero dejan su «ejemplo».

Lambán amplió el homenaje a los fallecidos «por otras causas» que no han podido ser despedidos como sería deseable, y elogió no solo a los trabajadores de primera línea (sanitarios, trabajadores de servicios sociales, fuerzas de seguridad y armadas) sino a la sociedad aragonesa, «una malla tupida y fuerte» que hace tener la «legítima aspiración» de salir de la crisis con cierta ventaja.

Pero esta aún continúa, advirtió, por lo que ha apelado a la «unidad» política, porque «de esta no se sale por la izquierda ni por la derecha, se sale mirando al frente y dándonos la mano». También a la «responsabilidad individual» en la observancia de las normas, porque la crisis sanitaria no está superada. Y, con un punto de emoción, instó asimismo al «compromiso con nosotros para ser mejores cada día».

El alcalde la ciudad, Jorge Azcón, coincidió con Lambán en que hay que «redoblar el compromiso y seguir trabajando con responsabilidad en el futuro y por la unidad» y agradeció el acuerdo alcanzado en las Cortes y en el Ayuntamiento por «la inmensa mayoría» de fuerzas políticas.

En contrapunto con el dolor de los tambores, el sonido esperanzador del violín de Ara Malikian, que con una pieza de creación propia cerró el acto, antes del mensaje final con versos del himno de Aragón: «Vencedor de tanto olvido/Memoria de eternidad. /Pueblo del tamaño de hombres y mujeres. ¡Aragón vivirás!».

NUEVO ESPACIO PARA EL RECUERDO

Zaragoza contará con un lugar para el recuerdo a las víctimas del coronavirus. Lo anunció el alcalde, Jorge Azcón, durante el tributo a los fallecidos por covid-19 en la capital aragonesa. El regidor proclamó que además de la carrasca ayer plantada, «Zaragoza va a implicarse con un espacio dedicado a este recuerdo», en el que ya están trabajando desde el consistorio. Según pudo conocer este diario esta iniciativa ha surgido del propio Gobierno de la ciudad y será un espacio en la vía pública, al aire libre y en el centro de la capital aragonesa, cuya ubicación aún no se conoce.

Durante el acto, Azcón tuvo un especial recuerdo para los fallecidos, en especial para «los esenciales que han estado en primera línea durante la pandemia y que ocupan el primer lugar de nuestro recuerdo, cómo José Luis y Eloy, los dos profesionales sanitarios fallecidos».