La crisis del coronavirus generó tal miedo, caos e incertidumbre que hasta la rencillas políticas se dejaron a un lado. Pero solo fue al principio y ahora, todavía sin superar la pandemia, han vuelto a copar gran parte de los titulares. El alcalde de Zaragoza Jorge Azcón, no ha tenido dudas a la hora de acusar al Gobierno de Pedro Sánchez de politizar la desescalada y de ocultar los informes en los que se basa el Estado para decidir qué comunidades avanzan en la desescalada, en una clara referencia a Madrid, donde Díaz Ayuso denunció que la decisión de que la Comunidad de Madrid siga en la fase 0 es meramente política y acusó de Sánchez de tener a los madrileños de «rehenes y amordazados».

Más tibio se ha mostrado cuando ha sido preguntado por Javier Lambán. El presidente de Aragón dejó entrever que sacrificaría Zaragoza si fuera necesario para que los núcleos rurales puedan pasar a la fase 2. «Si se planteara que Zaragoza, por ser una gran urbe, tiene que quedarse atrás y las demás tienen que seguir adelante, permitiríamos que la vuelta a la normalidad se haga a dos velocidades y que no se mantuviera el criterio provincial», afirmó Lambán este domingo después de la reunión telemática que mantuvo por la mañana junto al resto de presidentes autonómicos y Pedro Sánchez.

PETICIÓN FORMAL / Por la noche, y a través de su cuenta de Twitter, anunció que solicitaría que toda la comunidad cambiara de fase. «Trabajo para que todo Aragón, incluida Zaragoza, pase a la fase 2 el día 25. Además, por seguridad sanitaria, el Aragón rural puede avanzar más deprisa que la ciudad hacia la normalidad social y económica. Ése es el plan del Gobierno de Aragón». Según fuentes de Presidencia, así lo hizo ayer.

Pero el mensaje a través de Twitter no sirvió para apagar el incendio creado y la mera posibilidad de que la capital aragonesa pueda retrasar su cambio de fase no ha sentado nada bien en el Gobierno de PP-Cs que hasta hace bien poco decía que no era momento de criticar.

Azcón, que tampoco comparte la idea de que las decisiones se adopten por provincias, apoya que los municipios más pequeños pasen de fase, como ha sucedido en Formentera, La Gomera, El Hierro y La Graciosa. Esto tendría sentido, admitió, porque tienen menos riesgo de contagio. Otra cosa sería que ese ascenso en el plan de desescalada deje a la capital aragonesa estancada otra semana más. «Quiero creer que Lambán habla de que Zaragoza pase de fase en el calendario establecido», matiza.

Por resumir, Azcón coincide con Lambán en que las localidades con menos población pasen a la fase 2 esta misma semana pero solo si hay garantías de que el lunes el Estado autorice a la ciudad avanzar en la desescalada y eliminar los horarios de paseos (salvo para mayores de 70 años), volver a abrir los centros comerciales, siempre que limiten el aforo al 30% de sus zonas comunes y al 40% de cada uno de los establecimientos situados en ellos, y que los bares y restaurantes no tengan que conformarse con montar únicamente sus veladores.

Las ventajas van más allá porque podrían volver a abrir parcialmente los cines, teatros o bibliotecas, además de las piscinas municipales, con un 30% de su aforo.

SIN INFORMES / El primer edil ha solicitado a Lambán explicaciones e información sobre la situación de la ciudad para tratar de acabar con «el lío» que hay sobre el cambio de fases. Un lío que está motivado por la «politización» que está haciendo el Gobierno de la desescalada, según Azcón. «La desgracia es que se haya politizado y que parezca que unas comunidades autónomas pasan y otras no por razones políticas en lugar de técnicas», ha afirmado.

Para el alcalde zaragozano, «que no haya información clara y transparencia y que se oculten datos en una crisis sanitaria como la esta no es una buena noticia» y «pone de relieve el caos» que hay en el Gobierno de España con la desescalada, generando el debate actual sobre por qué unas comunidades pasen de fase y otras no.

El Gobierno de Pedro Sánchez dice que los hará públicos una vez hayan pasado todas las comunidades de fase y asegura que las decisiones son técnicas, aunque para al primer edil está claro que Sánchez está firmando «informes hechos a doc».

El alcalde ha asegurado que podrían avanzar más en la toma de decisiones desde la administración local si contaran con información más completa y detallada porque les permitiría firmar convenios más concretos con las pymes o el pequeño comercio, ahora con el agua al cuello después de estar dos meses cerrados y con unas limitaciones en su actividad que convierte sus negocios en poco rentables.