La plantilla del Barcelona se someterá a partir de este miércoles a los tests para detectar el coronavirus como requisito indispensable para poder volver a los entrenamientos, al menos los que den resultado negativo. Los jugadores están citados de forma individual y a una hora concreta para evitar que se crucen entre ellos. Los análisis médicos serán los llamados test PCR y habrá también un control de sangre y otras pruebas.

No solo los jugadores pasarán este control, sino también los técnicos y el personal auxiliar que esté en contacto con el primer equipo durante las próximas semanas. Las interacciones serán las mínimas posibles, y guardando la distancia de seguridad, entre todas las personas inscritas en la lista que el club ha entregado a La Liga. Nadie más estará autorizado a participar en ese controlado retorno a la actividad futbolística establecido según un protocolo muy estricto para reanudar el campeonato.

El mercado de confinamiento

Luis Suárez tomará parte en las sesiones individuales que programen los preparadores físicos "como uno más", dijo Fran Soto, el técnico azulgrana, en una videocharla en Twitter. Al ser un trabajo básicamente de readaptación, el delantero uruguayo hará el mismo trabajo de los demás y, con el tiempo, estaría en condiciones de reanudar la Liga con el alta médica. "Será un fichaje del mercado de confinamiento", broméo Eder Sarabia, el ayudante de Setién.

Un inspector de La Liga supervisó las instalaciones de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí. El club ha delimitado las zonas que serán accesibles, muy pocas en los primeros días por cuanto los jugadores ni siquieran podrán utilizar el vestuario para cambiarse. El centro deportivo se cerró tras la despedida del primer equipo el pasado 13 de marzo. Una empresa de limpieza y desinfección ha revisado las dependenias para impedir cualquier posibilidad de contagio.