El Bayern vuelve con un triunfo solvente (2-0)

Entre los estadios sin público, el Alte Förstereien del Union Berlín es de esos propicios para la mística, para que el rival sienta la presión, sin más que unas barandilla típicas de los 80 para separar las filas de asientos, pero no hubo nada de eso.

Momento del partido entre el Union Berlín y el Bayern de Múnich. / HANNIBAL HANSCHKE (AP PHOTO)

Superioridad sin ritmo

La superioridad del Bayern en el juego no hizo desaparecer la sensación de partido de entrenamiento, sin precipitación en la toma de decisiones que provoca la excitación ambiental, con intensidad relativa en las defensas, con contactos esporádicos y con un aire táctico en todas las situaciones que encorsetó el juego. El partido creció sin un ritmo arrollador, sin un vendaval de ocasiones, sin atisbos de pasión pese a la autoridad de Kimmich, la velocidad de Davis y la presencia goleadora de Lewandowski.

Cada jugada parecía un ensayo y las celebraciones no ayudan a crear ambiente. El tanto anulado al Bayern a los 20 minutos dejó frío a todo el mundo, entre las dudas sobre el fuera de juego y la falta de efusividad en el festejo.

Resolución postrera

El laborioso Union Berlín aguantó con solvencia la primera parte, hasta que un penalti a cinco minutos del descanso propició el primer gol de Lewandowski. La intensidad decayó en la segunda parte hasta convertir en excepcionales las llegadas de cualquier equipo al área rival, hasta que Pavard remató un córner para sentenciar en el minuto 80.

El domingo había arrancado con las protestas de los aficionados en Colonia contra la reanudación de la Bundesliga, antes del partido ante el Mainz, con pancartas en las que se podía leer: "Nuestro dinero es más importante que vuestra salud", o "Bundesliga a cualquier precio".