Como venían reclamando los bancos y esperaba el Gobierno, el Banco Central Europeo (BCE) ha confirmado este viernes que suavizará el tratamiento contable de los activos morosos para que los bancos de la zona euro puedan apoyar "plenamente" las garantías y moratorias aprobadas por los países para combatir los efectos económicos del coronavirus. La medida afecta directa y positivamente a dos iniciativas aprobadas el martes por el Ejecutivo español: los avales públicos por valor de 100.000 millones de euros a créditos a empresas y el aplazamiento en el pago de hipotecas para colectivos vulnerables.

El Real Decreto aprobado por el Gobierno el martes, precisamente, contemplaba que la moratoria hipotecaria tuviera un tratamiento especial en cuanto a las provisiones que tienen que hacer los bancos para afrontar pérdidas, pero faltaba la confirmación del BCE. En cuanto a los avales, el Consejo de Ministros tiene previsto en principio aprobar el próximo martes sus condiciones, en particular qué porcentaje garantiza el Estado y a qué tipo de préstamos (los bancos quieren que sea el 80%). Para ello, era fundamental que el banco central aclarase su tratamiento y también se está a la espera de que la Comisión Europea aclare su encaje dentro de la normativa comunitaria de ayudas de Estado.

El Mecanismo Único de Supervisión (MUS) del BCE ha explicado que aplicará temporalmente cierta "flexibilidad" en el tratamiento de los préstamos garantizados por el Estado a deudores con un perfil de riesgo elevado y también de los créditos cuyos pagos se aplacen. Asimismo, tendrá una consideración más suave de lo normal con los préstamos con aval público que dejen de ser pagados. Todo ello implica que los bancos tendrán que hacer menos provisiones de lo habitual. Además, los inspectores serán menos exigentes de lo corriente en las estrategias de reducción de activos morosos impuestas a las entidades y el BCE ha instado a los bancos a calcular qué provisiones necesitan sin ser "excesivamente procíclicos" (es decir, sin proyectar la actual situación económica hacia el futuro de forma desmedida, lo que les llevaría a estimar que deben guardar más recursos para cubrir pérdidas futuros, con el consiguiente perjuicio en el flujo de crédito).

CAPITAL Y DÓLARES

El MUS, asimismo, ha activado las medidas de liberación de los colchones de capital de los bancos que anunció el jueves de la semana pasada. Según ha estimado este viernes, las grandes entidades de la zona euro contarán con unos 120.000 millones de euros de sus propios recursos para absorber pérdidas o para dar créditos por valor de hasta 1,8 billones de euros a "hogares y empresas con necesidades de liquidez extraordinaria".

Paralelamente, el BCE, la Reserva Federal estadounidense, el Banco de Canadá, el Banco de Inglaterra, el Banco de Japón, y el Banco de Suiza han anunciado que inyectarán aún más dólares al mercado, en un momento en que la moneda estadounidense registra una gran demanda por ser considerada un activo refugio frente al desplome del valor de otros activos financieros. Las grandes autoridades monetarias del mundo, así, han decidido que las inyecciones de liquidez en dólares con siete días de vencimiento que realizan actualmente una vez a la semana pasarán a ser diarias desde el lunes hasta al menos finales de abril. La medida se une a su reciente decisión de realizar inyecciones semanales a los bancos de la moneda estadounidense con 84 días de plazo de devolución y de intercambiarse cantidades de sus divisas nacionales a un precio rebajado de 0,5 a 0,25 puntos básicos por encima del US dollar overnight index swap (OIS).