El ánimo de los inversores sigue decantado hacia el temor y el desconcierto a pesar de la decisión sorpresa del Banco Central Europeo (BCE) de aumentar en 750.000 millones de euros la compra de deuda. Se mantiene la volatilidad, sin un rumbo fijo, aunque con un inicio de jornada con un alza de más del 1% en el Ibex-35, el principal indicador bursátil español.

En lugar de calmar, este tipo de medidas, al ser de tanta envergadura y con tanta rotundidad, parece que desatan aún una mayor inquietud en los mercados, tal como sucedió el lunes después de la acción concertada de varios bancos centrales, después de la cual Wall Street vivió su jornada más negra en más de tres décadas.

Este jueves, los mercados asiáticos han vuelto a tender hacia las pérdidas. El Nikkei de Tokio ha retrocedido el 1,04% y el el Hang Seng chino, el 1,98%. Y eso después del úlitmo paso dado por la autoridad monetaria de la eurozona. En todo caso, el Ibex, no sin titubeos, se ha decantado inicialmente por la subida y mantenerse en el nivel de los 6.300 puntos.

Después de defraudar la semana pasada, el BCE ha optado por "un nuevo programa de compra de activos temporal de valores del sector público y privado para contrarrestar los graves riesgos para el mecanismo de transmisión de la política monetaria y las perspectivas para la zona euro planteadas por el brote y la difusión creciente del coronavirus, Covid-19". El instituto monetario quiere dejar claro esta vez que utilizará toda la artillería a su alcance para sostener el euro.

Este nuevo paso del BCE se produce después de otra jornada con los paneles teñidos de rojo. El Ibex-35, el principal indicador espaañol cedió el 3,44%, hasta los 6.274,800 puntos. Y no fue de los peores, ya que el Eurostoxx-50 se dejó el 5,72%, lo que refleja la situación que se vivió en el resto de 'parquets' europeos y Wall Street retrocedió el 6,30%, tras llegar a desplomarse más del 10%.