Por primera vez desde que se inició la pandemia hace un año, Brasil volvió a superar este miércoles su cifra récord de fallecidos diarios por segundo día consecutivo. Un total de 2.286 personas murieron en el país latinoamericano por covid en tan solo 24 horas. El promedio de fallecimientos de esta semana es de 1.627 al día. El número total de muertos asciende ya a 270.656, según datos los oficiales publicados por AFP, siendo el segundo país del mundo con más víctimas a causa del virus por detrás de Estados Unidos.

Además, el país carioca reportó 79.876 nuevos casos en 24 horas, el tercer peor registro de toda la pandemia. La rápida propagación del coronavirus en las últimas semanas ha hecho que más de 80% de las camas en las unidades de cuidados intensivos (UCI) estén ocupadas en 25 de las 28 capitales de estados del país. La situación se debe en parte a la aparición de una nueva variante del virus en Amazonía, conocida como P1, que puede llegar a ser hasta el doble de contagiosa que la variante habitual.

A esto se suma la confusión generada por las distintas indicaciones sobre cómo afrontar la pandemia de parte de los líderes políticos. Muchos gobernadores de estados están llevándole la contraria a Blair Bolsonaro, que ha negado el peligro de la enfermedad desde el inicio de la misma, y están pidiendo a su población que utilice mascarillas y que cumplan las medidas sanitarias necesarias para hacer frente al covid.

Reacción de la comunidad internacional

Estas cifras han activado las alarmas en el panorama internacional, especialmente las de las Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha insistido al Gobierno brasileño de que la situación tiene que ser tomada más en serio. "Estamos preocupados por la situación en Brasil. Esto es un duro recordatorio de la amenaza de un resurgimiento, ya que áreas muy golpeadas por el virus siguen siendo muy vulnerables a las infecciones", dijo en una rueda de prensa Carissa Etienne, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Por su parte, Luiz Inácio Lula da Silva, el opositor y expresidente que acaba de reaparecer en el panorama político nacional, ruega a la población que se vacune y a que no acaten "ninguna decisión imbécil" del presidente Bolsonaro.