No hay fechas ni obligación de seguir las recomendaciones pero la Comisión Europea ha adoptado este miércoles una nueva hoja de ruta con la que pretende evitar un desconfinamiento descontrolado este verano en la Unión Europea y dar un empujón a un sector turístico que representa el 10% del producto interior bruto, emplea a más de 25 millones de personas y es vital para la economía europea. La estrategia incluye recomendaciones para levantar gradualmente las restricciones de viaje, el restablecimiento del transporte de forma segura, directrices sobre los protocolos a seguir por hoteles y medios de transporte así como criterios para incentivar el uso de bonos en vez de reembolsos para los viajes cancelados.

Apertura gradual de fronteras

La Comisión Europea recomienda a los gobiernos un levantamiento gradual de los controles fronterizos y las restricciones de viaje entre los estados miembros, con un enfoque flexible en tres fases que permita restaurar este verano la libre circulación de movimientos en base a "un triángulo equilibrado" de elementos que tengan en cuenta la situación epidemiológica, las medidas de contención durante todo el viaje -para garantizar la distancia social- así como otras consideraciones económicas y sociales de forma que se priorice inicialmente los movimientos transfronterizos en áreas clave de actividad. Si la situación sanitaria no permite un levantamiento general de las restricciones de viaje, Bruselas propone aplicar un enfoque por fases, eliminando primero las restricciones entre áreas o estados miembros con "una situación epidemiológica suficientemente similar". Deberán mantenerse, no obstante, las medidas de distancia física y un rastreo efectivo de las personas así como disponer de capacidad suficiente para hacer test. Según la hoja de ruta planteada por Bruselas, los Estados miembros deberán actuar en base a tres criterios:

El plan contempla, en cooperación con el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC), la creación de un mapa que determinará las áreas menos afectadas por el virus y entre las cuáles los viajes podrán flexibilizarse. En todo caso, los gobiernos deberán garantizar "proporcionalidad" y "no discriminación" entre los ciudadanos europeos. Es decir, si Francia por ejemplo decide eliminar las restricciones a la libre circulación de personas con España deberá aplicarlo a todos los residentes españoles independientemente de su nacionalidad. Además, la información será clave para recuperar la normalidad y crear la suficiente confianza entre ciudadanos y empresas y de ahí la intención de ofrecer "información en tiempo real" a ciudadanos y empresas sobre la situación en los lugares de destino elegidos.

Protocolos sanitarios en hoteles

Para aumentar la confianza de los turistas y trabajadores, Bruselas propone nuevas directrices en relación al transporte y los servicios turísticos, con el establecimiento de protocolos sanitarios y de seguridad para alojamientos y hoteles. "Estas medidas deben ser flexibles y promover el desarrollo de soluciones diferenciadas dependiendo de la situación sanitaria local y permitiendo una reapertura gradual de segmentos turísticos". Entre los criterios se mencionan la evidencia epidemiológica, la existencia de una capacidad sanitaria local suficiente tanto para residentes como turistas así como una capacidad de rastreo de posibles contagios. La comunicación también recuerda que las empresas turísticas pueden recurrir a la iniciativa europea de inversiones para la pandemia para financiar medidas como limpieza de espacios y adaptación de los mismos a los nuevos requisitos de seguridad, la compra de equipamientos de protección así como la formación de los empleados.

Limites el contacto en el transporte

En cuanto al transporte, Bruselas apoya la normalización del sector (aéreo, marítimo, ferroviario y por carretera) pero insiste en que todas las medidas que se adopten deberán ser coordinadas, proporcionadas, no discriminatorias y limitadas en su ámbito y duración a lo necesario para proteger la salud pública. Las recomendaciones señalan que el contacto entre pasajeros y trabajadores, así como entre los propios viajeros, deberá ser limitado pero no ponen límites concretos al número de personas que pueden viajar en trenes o aviones, de forma que solo indican que "cuando sea posible" habrá que reducir la densidad de pasajeros.

Rastreo de personas

La Comisión Europea parte de la base del potencial que ofrecen las aplicaciones de rastreo instaladas en los teléfonos móviles para ayudar a las autoridades públicas a evaluar la propagación del virus y ayudar a contenerlo, especialmente en la nueva fase de desconfinamiento. El uso de estas aplicaciones deberá ser, no obstante, voluntario, transparente, temporal, seguro, basarse en la tecnología bluetooth y ser interoperativo entre sistemas y fronteras. "Los ciudadanos europeos debe poder recibir alertas sobre posibles infecciones de forma segura y protegida, estén donde estén en la UE, y a través de cualquier aplicación que utilicen", señala la Comisión.

Cupones en vez de reembolsos

Bajo la legislación europea actual, los viajeros pueden optar entre el reembolso del billete y un cupón en caso de la cancelación del billete (de avión, barco o autobús) o el paquete de viaje. La Comisión Europea reafirma este derecho de los consumidores pero ante los problemas de liquidez a los que se enfrentan las empresas turísticas sugiere incentivar el uso de bonos haciendo que los vales o bonos sean más atractivos para los consumidores de forma que estén protegidos en caso de insolvencia de la empresa emisora, tendrán un período de validez mínimo de 12 meses y se mantenga la posibilidad de reembolso si un año después no se ha utilizado. También deben ofrecer al viajero la suficiente flexibilidad para mantener la ruta deseada, bajo las mismas condiciones, e incluso la posibilidad de transferirlo a otro viajero.