Los empresarios y vecinos afectados por el cierre de la nieve culminaron este domingo una semana de protestas con una cacerolada que partió de Sallent de Gállego y concluyó en Formigal, para exigir al Ejecutivo autonómico «soluciones» ante las medidas restrictivas por la pandemia de coronavirus que obligan a mantener cerradas las estaciones.

Con pancartas con lemas como «Plan de rescate ya», «Las familias de los valles nos asfixiamos», o «RIP Pirineo Aragonés» y portando ataúdes, reivindicaron la apertura de las pistas para poder garantizar el empleo en los valles y la supervivencia del sector.

Asimismo, los empresarios simbolizaron la «entrega» de sus negocios a la DGA dejando las llaves de sus establecimientos sobre la nieve.