Zaragoza, Calatayud, Teruel y Calamocha han suspendido su Semana Santa ante la crisis del coronavirus. La primera en hacerlo fue Calatayud, y luego se fueron sumando el resto. La última vez que se produjo una situación así tuvo lugar en la guerra civil.

En el resto de ciudades de la comunidad autónoma continúan en pie, aunque están a la espera de que sus respectivos palacios episcopales decreten la cancelación. No obstante, se cancelaron ensayos y el resto de actividades hasta el próximo día 29. Por otro lado, la Junta de Gobierno de la Ruta del Tambor y el Bombo quitó de la agenda las jornadas de convivencia que se iban a celebrar en Alcañiz el 28 y 29 de este mes. Fuentes consultadas señalan que si el estado de alarma fuera prorrogado, los diferentes obispos acordarían anularían la Semana Santa del 2020.

Curiosa espera, ya que en otras ciudades como Sevilla, Córdoba, Zamora o Murcia acordaron ayer no salir a la calle con sus pasos para conmemorar la Pasión. De esta forma hicieron suyas las recomendaciones realizadas el viernes por la Conferencia Episcopal, que manifestaba su voluntad de suprimir procesiones para contener la propagación del coronavirus.

Aunque temida, la decisión de la suspensión de las procesiones era una opción que iba cobrando fuerza entre las distintas hermandes de estas ciudades, que a lo largo de la semana vieron cómo se anulaban ensayos.