El Gobierno español valora positivamente la triple red de seguridad de 500.000 millones de euros que diseña el Eurogrupo para proteger a trabajadores, empresas y gobiernos de las consecuencias de la pandemia del coronavirus por medio del los préstamos del Mecanismo Europeo de Estabilidad, las garantías del Banco Europeo de Inversiones y las ayudas del nuevo fondo para el empleo- pero considera insuficiente este cortafuegos fiscal y reclama también la adopción de un plan de recuperación que permita financiar de forma conjunta los costes derivados de la pandemia y las inversiones que serán necesarias para reactivar la economía europea a medio plazo.

Así lo ha señalado la vicepresidenta económica del Gobierno Nadia Calviño poco antes del inicio de la decisiva videoconferencia de ministros de economía y finanzas de la Eurozona que ha arrancado a las cuatro de la tarde, con una hora de retraso, y marcada de nuevo por la división entre los países del sur, partidarios de empezar a hablar de mutualización de la deuda, y los del norte, que rechazan de plano esta idea. A juicio de Calviño lo importante no es la etiqueta que se utilice se llamen eurobonos, coronabonos o cualquier otro tipo de bono- sino disponer de un mecanismo de emisión conjunta.

Lo más importante es que estemos unidos en los mercados, sin que aumenten las divergencias en la UE. No es aceptable que cada país tenga que hacer frente solo a los costes derivados de esta emergencia. Por eso tenemos que trabajar en mecanismos de mutualización y buscar un vehículo nuevo, o dentro del Marco Presupuestario Plurianual (MFF) que pueda servir para la recuperación económica, para abordar juntos las inversiones necesarias, ha defendido la titular de economía española que ha insistido en que el acuerdo del Eurogrupo o la carta que dirija posteriormente su presidente, Mário Centeno, a los líderes de la UE debe recoger claramente que hay que trabajar en instrumentos a corto plazo y a largo plazo para poner en común los costes derivados de la emergencia, tal y como defiende también el Gobierno francés.

Hoy tenemos que incluir dentro de nuestras reflexiones y en el paquete que se de a los líderes una referencia a esta cuestión. Es un asunto complejo que debe ser abordado a nivel de los jefes de estado y de gobierno. Pero hoy tenemos que ver hasta donde se puede llegar, ha explicado la ministra que no ha querido pronunciarse sobre cuál sería el volumen adecuado de este nuevo fondo o plan de recuperación. No es el momento de fijar una magnitud sino de ver cuales son los márgenes y las necesidades y como utilizaríamos estos instrumentos para estimular la economía, ha dicho.

Triple cortafuegos

España, en todo caso, ve con buenos ojos el triple cortafuegos cocinado en las últimas semanas en el Eurogrupo: a través de una línea de crédito precautoria del fondo de rescate europeo (MEDE) que podría movilizar unos 240.000 millones de euros, los 200.000 millones en garantías del BEI y los 100.000 millones del nuevo fondo SURE destinado a financiar los ERTEs. El plan todavía genera resistencias entre los gobiernos europeos, especialmente la utilización del Fondo de rescate y las condiciones exigidas para acceder a estos créditos. Según ha explicado Calviño, las únicas condiciones exigidas deben ser las relacionadas con la respuesta sanitaria aunque eso no exime a los gobiernos de tener que cumplir con las reglas fiscales a las que están sujetos todos los Estados miembros. Pero sin que haya ningún tipo de condicionalidad específica relacionada con cada uno de los países. No creo que haya que contemplar ningún tipo de condicionalidad específica para país ni reformas relacionadas con el ámbito sanitario, ha avisado.

Además, como ya advirtiera durante el último Eurogrupo, Calviño ha vuelto a dejar claro que España no tiene ninguna necesidad en este momento de acceder a la liquidez del fondo de rescate porque se financia sin problemas en los mercados financieros. Estamos abordando nuestro calendario de emisión de deuda publica con unos resultados positivos en términos de plazos, de demanda y de tipos de interés. Por tanto, No vemos ninguna necesidad de acceder a ningún tipo de mecanismo de liquidez adicional, ha reiterado.

Dicho esto, el Gobierno sí considera importante disponer de una línea de liquidez precautoria abierta a todos los países directamente vinculada a la financiación de los costes de la pandemia. No es una cuestión que esté en el horizonte para España pero nos parece importante ampliar al máximo las posibilidades para que todos los Estados miembros puedan acceder de forma eficaz a los instrumentos de liquidez que nos hemos dotado, ha señalado.