El coronavirus sigue imparable en Aragón. La Dirección General de Salud Pública notificó ayer 1.203 nuevos contagios. Otro récord diario desde el inicio de la pandemia. Pero casi se puede garantizar que no será el último. Según fuentes de la DGA, queda «al menos una semana más» de incremento de casos diarios si se cumplen las tendencias que observan los expertos del departamento de Sanidad. Después, como en las oleadas anteriores, quedará esperar: el tiempo de meseta y el paulatino descenso. Una estabilización que se puede hacer interminable con más de mil contagios cada día. Y un descenso que se esperará con ansiedad, a las puertas de la Navidad, y con sectores como la hostelería y el comercio intentando salvar los muebles. Además, la tasa de positividad (el porcentaje de contagios respecto al número de pruebas realizadas) sigue disparada, y se situó ayer en el 21,5%.

Los contagios del covid-19 en Aragón se han disparado exactamente quince días después del 9 de octubre, fecha en la que hubieran comenzado las fiestas del Pilar de haberse celebrado. Y el resultado de la ecuación parece claro. Las autoridades sanitarias de la comunidad autónoma achacan a las reuniones familiares y sociales celebradas al amparo del puente festivo sin fiestas una parte del incremento de casos. No todo. Porque, dicen, también el increíble incremento de positivos en Teruel y en Huesca está elevando la cifra global. Es pronto, todavía, para sacar conclusiones del efecto que pudieron tener las escapadas de los zaragozanos a zonas del Pirineo y el Bajo Aragón.

En el balance de contagios diarios, Huesca Santo Grial y Teruel Ensanche lideraron ayer la tabla, con 39 casos positivos cada uno. Siguen en la lista Barbastro (37), Sagasta-Ruiseñores (35), Las Fuentes Norte (34), Avenida Cataluña (33) y Teruel centro (33). Delicias Sur, Univérsitas, Jaca y Arrabal sumaron 29 y 28 casos, respectivamente.

ESTADO DE ALARMA

Con esta situación, que es la de Aragón pero se repite en buena parte de las comunidades autónomas, Pedro Sánchez dejó pasar ayer su comparecencia pública sin anunciar un nuevo estado de alarma. Tan solo advirtiendo de que vienen «meses duros, muy duros» y pidiendo corresponsabilidad a los ciudadanos para que limiten sus movimientos a lo mínimo imprescindible. Pero a última hora de la tarde casi se daba por hecho que se celebrará un Consejo de Ministros extraordinario a lo largo de este fin de semana, en el que se podría decretar el estado de alarma.

Comunidades como el País Vasco, Extremadura, Asturias, La Rioja, Cataluña, Navarra y Melilla ya lo han solicitado. Desde el Ejecutivo aragonés, mantienen la misma postura de los últimos días. No van a ser quienes lo soliciten, pero si el Gobierno central considera que se debe decretar el estado de alarma, o un toque de queda, lo aceptarán «incondicionalmente, sin detrimento de la vigencia de su propio decreto ley y de su conversión en ley aragonesa, tal cual estaba previsto».

HOSPITALES TENSIONADOS

El aumento diario de casos se deja notar en las plantas de los hospitales aragoneses y en las unidades de cuidados intensivos. Por eso los centros hospitalarios están tomando medidas, que recuerdan irremediablemente a la primera ola de la pandemia, para poder atajar el avance de los contagios. Ayer se notificaron un total de 639 pacientes hospitalizados, once más que en la jornada anterior. Ya hay 83 enfermos ingresados en las ucis (tres más que en el último balance) y 556 en planta (8 más). Ayer se dieron 373 altas epidemiológicas.

Uno de los centros que está asumiendo a un mayor número de pacientes de coronavirus es el hospital Miguel Servet de Zaragoza. Según el último balance, tiene 134 camas ocupadas por pacientes con covid-19, 111 en planta y 23 en uci. En el Clínico ya son 158 en total, de los que 23 se encuentran en intensivos. El San Jorge de Huesca, el hospital de Barbastro y el Obispo Polanco de Teruel tienen asimismo sus ucis completas.

Según manifestaron fuentes oficiales del Miguel Servet, «se va a suspender la actividad quirúrgica de seis quirófanos para poder trasladar a esos seis anestesistas a las nueve nuevas camas de uci que se van a abrir de forma gradual para dar respuesta a la pandemia». En este momento, el hospital tenía 24 camas de uci destinadas a covid-19 y ahora pasará a tener 33. Quedarán activos, no obstante, 18 de los 24 quirófanos que tiene el hospital zaragozano, lo que obligará a ralentizar algo la actividad quirúrgica. Si el lunes pasado se efectuaron 145 intervenciones, este lunes, con seis quirófanos menos, se realizarán 133, según los datos del propio centro.

Además, ya ha comenzado el traslado gradual de los pacientes ubicados en la cuarta planta, de Cirugía Torácica y Maxilofacial y Otorrino, al edificio de Traumatología. El objetivo, según manifestaron desde el Servet, es «dejar camas libres en planta en el hospital general para enfermos de covid y de otras patologías».