Los centros intermedios de coronavirus que dispuso el Gobierno de Aragón durante la primera fase de la epidemia para personas mayores, principalmente usuarios de residencias que no requerían de hospitalización pero sí aislamiento y vigilancia médica, vuelven a estar en marcha. Aunque afortunadamente la situación en los centros de mayores «nada tiene que ver» con la que se vivió durante los meses de marzo, abril y mayo, ha sido necesario reabrirlos.

El centro intermedio de Casetas ha sido el primero en retomar la actividad, tan solo dos semanas después de despedir al último paciente. Según fuentes del departamento de Ciudadanía y Derechos Sociales del Gobierno de Aragón, reabrió sus puertas hace quince días y cuenta con quince usuarios, la mayoría de ellos pacientes afectados por el virus y usuarios de residencias de mayores de Zaragoza y su entorno.

Pero en esta nueva fase de la pandemia, los centros intermedios también se utilizarán como lugar de aislamiento para personas que por su situación sociosanitaria así lo requieran. En estos momentos, de los 15 usuarios del centro intermedio de Casetas, 14 son residentes de centros de mayores y una persona responde a este nuevo perfil.

Cuando Eugenio, el último paciente de estos centros intermedios, salió del de Casetas el pasado 29 de junio, el departamento de Ciudadanía ya anunció que mantendría tres instalaciones «preparadas para su reapertura en solo 24 horas», una por cada provincia.

Como se anunció entonces, el espacio habilitado en la residencia de Casetas tiene 46 camas y cuenta con 26 profesionales. En el caso del de Yéqueda y el de Gea de Albarracín, aunque todavía no ha reabierto sus puertas, también están «preparados» los recursos humanos y materiales. Cuentan con 47 camas y diez profesionales en Yéqueda y 50 camas y diez profesionales en Gea de Albarracín.

Por el momento, aunque la situación no es crítica en las residencias, se ha reabierto el espacio de Casetas, fundamentalmente, para tratar de «liberar del coronavirus y de presión asistencial» a las residencias afectadas, como se hizo en la primera fase de la epidemia. Pero también, señalaron desde Ciudadanía, para «atender las situaciones sociosanitarias que sean necesarias» y que pueden responder a perfiles diferentes, no solo de personas mayores.

El director general de Salud Pública del Gobierno de Aragón, Francisco Javier Falo, actualizó la situación sanitaria de las residencias el pasado jueves, y hasta hoy no hay nuevos datos disponibles. Según los últimos registros oficiales, hay 23 centros residenciales afectados por brotes de coronavirus, pero solo en ocho de ellos hay personas mayores contagiadas. En el resto, se trata de casos positivos entre los profesionales del centro.

Y aunque todavía no se ha hecho público el número de casos positivos en ancianos de residencias, desde Ciudadanía aseguran que no es una cifra alta, y recuerdan que «con solo un caso positivo ya se contabiliza un brote».