Granitos, rojeces, desquilibrio del ph son algunos de los estragos que la mascarillas causan en nuestro rostro tras usarla. Se ha convertido en el complemento indispensable de esta desescalada. Si antes no salíamos de casa sin labial o rímel en el bolso, ahora no lo hacemos sin ella.

Debemos llevar siempre la mascarilla para proteger y protegernos de un posible contagio de covid-19 en aquellos espacios en los que mantener la distancia física no sea posible o contagiarlo. Si tu piel se resiente y has sufrido algunos de estos efectos negativos en tu rostro te contamos como combatirlos y paliarlos en cinco sencillos pasos:

Limpieza

Limpia bien tu piel antes y después de usarla. Poner la mascarilla sobre una piel sin impurezas ayuda a que respire mejor y los efectos negativos sean más reducidos, sobretodo, los brotes de acné. No debemos olvidar limpiar en profundidad también al quitarla para eliminar todos los residuos acumulados. Utiliza jabones afines con la piel, que contengan ingredientes hipoalergénicos, que protegen la barrera lipolítica, y tengan acción calmante.

Hidratación

Repara la barrera natural y restablece la elasticidad de la piel con un extra de hidratación y nutrición. Intenta que tu piel esté bien hidratada antes del uso de la mascarilla.

Adiós al maquillaje

Su uso supondría una barrera añadida, ya que tapan el poro e impedirían que la piel respirase. Su aplicación no está recomendada en tiempos de mascarillas. En su lugar, recurre a cremas protectoras con color ligeras.

Calma y equilibra

Aplicar con un algodón en el rosto una infusión de manzanilla es el truco casero al que siempre se ha recurrido en estos casos. Pero existen sueros que calman y alivian el enrojecimiento con gran efectividad. Además ayudan a minimizar la producción de sebo y reequilibrar las bacterias de la piel para combatir las imperfecciones, con el fin de obtener un aspecto saludable.

Mantén un buen estado de ánimo

El estrés y las preocupaciones causan tanto estragos en nuestra piel como la polución. Recuerda adoptar una actitud positiva y haz tuyo el mantra #todovaasalirbien.

Con estas sencillas pautas tu piel se verá preparada para resistir una jornada tras una mascarilla sin resentirse. Pero recuerda que si el problema persiste o agrava debes visitar al dermatólogo para que establezca el tratamiento específico que necesitas.