El tren de los fondos europeos para la reconstrucción poscovid llega este año a España y un grupo de gobiernos autonómicos están moviendo ficha para evitar que su recorrido no tenga estaciones más allá de las grandes capitales y la costa. El ejecutivo de Castilla y León está promoviendo una alianza de comunidades de interior y un peso discreto sobre el PIB español para ejercer de polo de presión ante el Gobierno central de cara a recibir parte de esos 142.000 millones de euros que irán llegando progresivamente de Europa durante el próximo lustro. El movimiento ha encontrado algunos adeptos y de colores políticos distintos, no obstante, no todos los territorios comparten el formato, como Extremadura.

El Boletín Oficial del Estado (BOE) ya recoge en blanco sobre negro la estructura según la cual el Gobierno de Pedro Sánchez ha dispuesto la articulación de los fondos europeos. El palabro clave en ese tablero de juego es 'Perte' (Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica) y una vez definidas las reglas, comienza la batalla por el reparto del desembarco más grande de capital europeo en la historia de España. Y parte de la 'España vaciada' no quiere quedarse fuera.

Pulso político

No solo económica será la pugna por conseguir priorizar unos proyectos de inversión por delante de otros. El líder de PP, Pablo Casado, plantea echarle un pulso a Sánchez en esta materia y uno de sus barones ya prepara el primer asalto. El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, ha explicado en una entrevista en El Mundo de Castilla y León que pretende convocar a sus homólogos de Aragón, Castilla La Mancha, Asturias, Cantabria, Extremadura, Galicia y La Rioja para formar un frente común desde el que negociar con el Gobierno central la asignación de los fondos.

Los 142.000 millones de euros asignados a España desde el NextGeneration EU contemplan una parte que se quedará en la Administración y otra que se vehiculará directamente a través de empresas, que presentarán sus propios proyectos y deberán corresponder con recursos propios la inversión europea. Mañueco ha manifestado su malestar con los criterios de reparto que ha establecido desde Madrid Pedro Sánchez y pretende atraer a otros a sus postulados; incluidos barones socialistas.

Si bien Mañueco dice contar con el apoyo del aragonés Javier Lamban y el castellano manchego Emiliano García-Page (ambos del PSOE); otros dirigentes tanteados ya ha declinado participar del cónclave. Es el caso del extremeño (y también socialista) Guillermo Fernández Vara. "Conmigo no ha hablado nadie para esa cumbre", señala Vara. "Cuando se quiera nos reunimos en el Senado, que es el sitio, y hablamos", añade, para concluir que esta es la forma de "construir país, y de no darle la razón a otros"; en declaraciones recogidas por Europa Press.

Pulso empresarial

No solo desde la política piden paso para los fondos europeos. Mientras el presidente de Castilla y León intenta forjar un frente común de la España vaciada, la gran patronal CEOE aprieta al Gobierno para que destine el máximo posible de recursos públicos a proyectos privados. Junto a la palabra 'Perte', 'colaboración público-privada' es otro de los términos de moda en este terreno. Y es que, según un reciente sondeo elaborado por la consultora KPMG, el 45% de las empresas españolas quiere acceder al NextGeneration EU.

La organización empresarial dirigida por Antonio Garamendi sostiene que cuantos más recursos se aparquen desde el Gobierno para proyectos coliderados desde el sector privado, mayor volumen de capital privado movilizarán los mismos. Según los estudios de la patronal, por cada euro público destinado del NextGeneration EU a un proyecto 'público-privado', las empresas participantes invertirán cuatro euros de capital propio.

Y si existen voces en la España vaciada que temen que las inversiones se queden en las grandes ciudades y la costa levantina, entre las pymes también las hay preocupadas porque sean las grandes empresas las que capitalicen los recursos europeos. Tal como han manifestado en los últimos meses patronales como la catalana Pimec.