En el colegio de Educación Especial Jean Piaget de Zaragoza ya tienen todo preparado y testado para una vuelta al cole segura, a la espera de que el Gobierno de Aragón indique cuál es el protocolo definitivo a seguir.

Este verano ya pusieron en marcha un plan de actuación para el desarrollo de las colonias urbanas Abierto por Vacaciones que funcionó con éxito y prueba de ello es que no hubo contagios.

Su director, Jesús Fredes, explica que la clave está en crear grupos burbuja o de convivencia de seis alumnos, con sus profesores y auxiliares de educación especial correspondientes que serán siempre los mismos. Estos grupos estables tienen asignada un aula concreta, un baño y un espacio en el patio del colegio.

Durante el verano los grupos no compartieron ningún espacio, porque eran 40 alumnos y las instalaciones lo permitían, pero ahora serán 107, por lo que algunos tendrán que convivir ya que, según admite Fredes, no tienen ni zonas ni profesionales suficientes para mantener las unidades aisladas. No obstante, asegura que se garantizará la seguridad y se realizarán las labores de desinfección e higiene antes de entrar al centro y en diferentes momentos de la jornada. Para empezar, se tomará la temperatura de todos los que accedan y se desinfectarán tanto las sillas como los materiales.

Como novedad, este año se va a tratar de implantar un método japonés que parte de la idea de que es bueno que sean los propios alumnos los que limpien su aulas.

Fredes explica que aunque se lleven a cabo las tareas de limpieza y desinfección, van a ser los propios escolares los que limpien sus clases introduciendo así «un aprendizaje básico en la vida que ayudará a los chavales a mantener limpias sus aula y mejorar sus capacidades», además de mantenerlas desinfectadas.

La idea surgió como consecuencia de la necesidad de trasladar el comedor a sus clases. La comida llegará en bandejas aisladas y los grupos estarán acompañados y guiados por una auxiliar de educación especial (o dos, siempre atendiendo a la autonomía del grupo) y una monitora. En este momento no estará presente la profesora. Tras el la comida, que en el caso de la Educación Especial sí está garantizada, los alumnos procederán a la limpieza colectiva.

Al final, y pese a la incertidumbre de la vuelta al cole, según el director de este centro lo importante es que los estudiantes vuelvan a recibir con normalidad la atención especializada que necesitan, con sus maestros de audición y lenguaje, pedagogía terapéutica o fisioterapeutas para que sigan con su aprendizaje y su desarrollo. Más complicado está el tema de las extraescolares porque se romperían los grupos burbuja diseñados por el Ejecutivo.