Los alumnos de las etapas de primaria, secundaria y bachillerato obtendrán, con carácter general, la promoción al curso siguiente salvo en circunstancias excepcionales. Así se ha acordado este miércoles en la reunión mantenida entre la Ministra de Educación, Isabel Celaá, y los consejeros de este mismo área de las diferentes comunidades autónomas. Se impone así la flexibilidad como criterio, lo que no supone decretar un aprobado general, ya que sí que se tendrán en cuenta las notas de los dos primeros trimestres y las competencias adquiridas, que no tanto los conocimientos concretos, en este extraordinario tercer periodo. El curso, además, ni se acorta ni se va a alargar, pues acabará cuando estaba previsto, salvo el caso de las pruebas de la EVAU que, como ya se anunció, sí que se van a retrasar.

Felipe Faci, el responsable aragonés de Educación, se ha congratulado de esta decisión alcanzada en consenso, ya que incluye muchas de las peticiones que su propio departamento defendía. “Se va a favorecer y flexibilizar la evaluación y la promoción. El alumno podrá pasar de curso sin que eso signifique que haya que realizar un diagnóstico y una evaluación de aquellas competencias que no ha podido adquirir”, ha explicado tras el encuentro con la ministra. Así, “se pone por delante al alumno frente al sistema educativo”, tal y como el propio Faci había demandado. Además, el documento que recoge los acuerdos alcanzados, que tendrá que detallarse en una normativa más concreta, “permite recoger la singularidad del alumnado aragonés”.

Para suplir la posible carencia que padezcan los alumnos en cuanto a contenidos concretos, se va a elaborar un plan de refuerzo para el curso que viene para que se recuperen entonces algunas materias que no han podido verse ahora. La ministra Celaá, que ha comparecido después en rueda de prensa, explicó pues que lo que busca este documento es dotar a los profesores de la “confianza” para que sean ellos, según criterios flexibles, los que decidan si cada uno de sus alumnos pasa de curso, apostando, eso sí, por la promoción como regla general. “Repetir es siempre una excepción. Siempre lo ha sido y en estas circunstancias más”, ha explicado la titular de Educación. Además de para la promoción, estos criterios se impondrán también para la titulación, es decir, que se favorecerá que los alumnos que estén en 4º de la ESO o en 2º de Bachillerato puedan obtener sus diplomas acreditativos.

Las comunidades autónomas, que van a tener margen para actuar dentro de sus competencias, igual que los propios centros educativos, tienen hasta el jueves de plazo para adscribirse o no a esta declaración, pero desde el Ministerio esperan un apoyo unánime a las medidas acordadas. Esta ha sido la quinta reunión mantenida entre en ministerio y las consejerías desde que el coronavirus cerrara las escuelas españolas, que llevan ya un mes con las aulas vacías. Este tercer trimestre seguirá pues impartiéndose de manera telemática, y se prevé que la administración apoye a las familias que no tienen acceso a internet o a los dispositivos necesarios para poder seguir con la enseñanza desde casa. En España, de los más de 8 millones de alumnos, un 10% no tiene acceso a internet.

También en este tercer trimestre, los alumnos que hayan suspendido alguna de las materias impartidas en el primer y segundo periodo del curso podrán recuperarlas. Esta última etapa del curso se plantea como una “fase de diagnóstico”, explicó la ministra. Si se avanza materia será solo en cuestiones imprescindibles, y siempre atendiendo a esa flexibilización de criterios en la que ha insistido Celaá.

Además, la ministra ha abierto la puerta a que en verano puedan desarrollarse en los centros educativos actividades de refuerzo, pero no con carácter académico, sino lúdico. Es decir, no serán clases al uso en las que el profesor imparta una clase, si no que se tratarán contenidos de forma “transversal”. Esta decisión responde a una petición que había hecho la oenegé Save the Children, que creía esta medida conveniente para garantizar que los alumnos cubren bien su formación.

LA FORMACIÓN PROFESIONAL

La secretaria general para la Formación Profesional, Clara Sanz, ha detallado también las decisiones adoptadas en cuanto a este tipo de enseñanza. Además de seguir los mismos criterios de evaluación y promoción flexibles, dotando a los profesores de capacidad de decisión, los alumnos de FP en segundo curso, que tienen que realizar prácticas para poder aprobar el curso, podrán realizar un trabajo que sustituya dichas prácticas. En caso de querer realizarlas, cuando se pueda, estas comprenderán un periodo total de 220 horas, en vez de las 400 establecidas hasta ahora.

Además, los estudiantes de grados de contenido sanitario o sociocomunitario que hayan sido contratados durante estos meses para ayudar en labores de atención o prevención sobre el covid-19 estarán exentos de la realización de dichas prácticas. En España hay un total de 862.000 estudiantes de Formación Profesional, tanto de la básica como de los ciclos medios y superiores.