Muchas personas confinadas ayer en sus domicilios por el coronavirus ignoraban que aunque oficialmente los restaurantes de sus municipios hayan cerrado, sus cocinas siguen activas en no pocos casos para dar salida a su servicio de comida a domicilio, casi siempre a través de empresas de reparto. De hecho, uno de estos operadores, Glovo, dio servicio ayer a 4.000 establecimientos de toda España.

El sector prevé que en los próximos días aumente este tipo de demanda, que ha crecido sin tregua en los últimos años por los nuevos hábitos de vida y que ahora será la única alternativa a los restaurantes para los que no quieran cocinar ni salir de casa en busca de comida preparada.

La empresa de 'delivery' Glovo ha implementado medidas específicas por el coronavirus para evitar al máximo situaciones de contagio entre sus trabajadores, los restauradores o los clientes finales. Entre ellas, nuevos procesos de reparto sin firma de recepción y dejando el pedido en la puerta; guantes y mascarillas para los empleados y soporte económico en caso de que alguno esté afectado; sistemas de desinfectación de las bolsas de reparto y otras fórmulas de manipulación preventivas, además de teletrabajo para una parte de los trabajadores. Fuentes de la empresa consideran que esta puede ser también una vía importante para dar servicio a personas aisladas que lo necesitan.

Las bicis de unos y otros operadores son muy visibles con la menor afluencia de tráfico en las calles, ya que algunos no solo distribuyen comida preparada.

Hacer el encierro más llevadero

La asociación Marcas de Restauración, que integra a 41 empresas incluidas las principales cadenas de restauración organizada del país defiende que este servicio será «especialmente necesario» estos días, siempre y cuando «se garantice la seguridad de trabajadores y clientes». Destacan que pueden hacer «más llevadera esta situación» de confinamiento.

Grandes grupos como Telepizza, por ejemplo, han cerrado sus comedores (y solicitado a sus franquiciados en zonas sin prohibición oficial que así lo hagan), pero manteniendo toda la operativa de reparto en los hogares mediante pago previo y sin establecer ningún contacto con el repartidor.