El Gobierno brasileño informó que el número de muertos en el país por la COVID-19, ha llegado a 201 en tanto que se elevó a 5.717 el número de casos confirmados, desde la detección del primero el pasado 26 de febrero.

El balance de fallecidos sumó otros 42 en las últimas 24 horas y los nuevos casos confirmados fueron un total de 1.138, todo lo cual según el Ministerio de Salud, revela una mayor expansión del virus en Brasil, donde el Gobierno ya ha aprobado medidas económicas para afrontar la emergencia equivalentes al 2,6 % del PIB.

Instalación de hospitales

La situación más difícil se concentra en el estado de Sao Paulo, el más poblado, donde viven cerca de 44 millones de los 210 millones de habitantes del país, y en el que hasta hoy se han registrado 136 muertes y 2.339 contagiados.

En una rueda de prensa junto a otros miembros del gabinete del Gobierno de Jair Bolsonaro, el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, adelantó que el Gobierno prepara una instalación masiva de hospitales de campaña en las ciudades donde la red pública no dé abasto, aunque no dio mayores detalles.

El ministro de Justicia, Sergio Moro, informó por su parte de que hasta ahora no se ha presentado ningún caso de coronavirus en todo el sistema penitenciario, que alberga a cerca de 800.000 personas y es uno de los focos de preocupación del Gobierno.

Ayudas económicas

En la misma rueda de prensa, el ministro de Economía, Paulo Guedes, afirmó que las diversas medidas adoptadas por su despacho frente a la emergencia ya equivalen, en conjunto, a cerca del 2,6 % del PIB del país.

Entre ellas, figuran diversas renuncias fiscales y un subsidio para trabajadores informales y autónomos que Bolsonaro sancionará en las próximas horas, que fue propuesto por el Gobierno y aprobado la víspera por el Senado. En principio, la propuesta cifró esa ayuda en 200 reales (unos 36 euros) mensuales por familia, pero tras diversas negociaciones con el Parlamento el Gobierno aceptó triplicarla y la elevó a 600 reales (110 euros).

Apoyo a familias

Ese dinero llegará a unas 18 millones de familias, que hasta ahora se mantenían gracias al empleo informal o autónomo, que ha sido restringido con las cuarentenas adoptadas en varios estados del país para intentar frenar la pandemia.

Los nuevos subsidios comenzarán a ser distribuidos en los próximos días y se mantendrán al menos hasta inicios de julio, cuando se calcula que Brasil puede estar en pleno pico de la pandemia. Según el ministro de Economía, Paulo Guedes, "la prioridad es la salud de las personas", pero también es "necesario darle protección especial a los que son más frágiles" en términos económicos.