Más de 130 trabajadores de Correos en Aragón se encuentran en cuarentena tras haberse detectado en la última semana cinco casos positivos de coronavirus en cinco oficinas de la empresa postal, tres de ellas situadas en la ciudad de Zaragoza, una en Utebo y otra de Barbastro, según informaron este lunes fuentes de CCOO. Los centros ha sido desinfectados y han vuelto a abrir a público con personal de otros sucursales. Esta situación está provocando preocupación en la plantilla, donde existe malestar por considerarse insuficientes las medidas de protección tomadas por la compañía.

El primer contagio se detectó el lunes de la semana pasada en la cartería ubicada en la paseo Fernando El Católico, en distrito de Universidad. Varios días después surgieron tres casos en las oficinas de Florentino Ballesteros (Las Fuente) y José Oto (La Jota) y Barbastro. El último en aparecer ha sido en Utebo. El protocolo seguido ha sido el mismo en todos las sedes, que reabrieron tras permanecer cerradas un día para su desinfección. Los afectados presentan sintomatología leve y por ahora no se han detectado más contagios, según CCOO, sindicato mayoritario en la compañía.

Correos ha restringido su actividad debido al coronavirus, que se limita prestar servicio postal universal y el envío de notificaciones. Por ello, solo esté trabajando el 50% del personal y las oficinas abren al público cuatro horas al día y cierran los sábados. Aún así, CCOO considera que aún debería trabajar menos gente para evitar riesgos e, incluso, “cerrar al completo mientras no se apliquen las medidas adecuadas", Susana Lamarca, responsable de CCOO en Correos de Zaragoza. A su juicio, eso no está ocurriendo de momento al carecer del equipo de protección individual (EPI) básico.

TEMOR EN LA PLANTILLA

“Llevaos una semana caótica y de muchos miedo”, destacó. Preocupa especialmente la situación los carteros, agregó, a los que “solo se les ha dotado de guantes” y los geles desinfectantes que usan son colectivo y no de uso individual, algo que consideró “fundamental”. Por ello, lamentó que la empresa postal no esté actuando con “celeridad” ante esta crisis sanitaria. “Está llegando tarde y eso no hace más que generar más inquietud y ansiedad”, apunta.

Prueba de esta reacción tardía es, según Lamarca, lo ocurrido con las mascarillas. Su uso no fue considerado necesario por la empresa, a pesar de las demandas de los sindicatos, pero finalmente se van a adquirir dos millones de unidades que se repartirán en los próximos días los trabajadores, tal y como ha aprobado el Ministerio de Transportes, encargado de regular la actividad de Correos. “Es una buena noticia”, señaló.

“Se trata de que la gente que trabaja se sienta segura, de blindar su al máximo la salud de la plantilla y de la ciudadanía”, subrayó. En este sentido, la sindicalista recordó que un cartero pasa en la calle de tres a cuatro horas, un horario que cree que debería de reducirse al igual que en las oficinas para minimizar los riesgos. También hay malestar por la falta de guantes y geles en el centro de tratamiento automatizado que Correos tiene en el barrio rural de San Juan de Mozarrifar, como así han denunciado los sindicatos.

Correos cuanto unos 1.400 trabajadores en Aragon. En torno a la mitad de ellos no están ejerciendo su labor profesional por la reducción y restricción de la actividad, entre ellos el personal que se considera de riesgo, como los mayores de 60 años.