La vacuna es la herramienta en la que la sociedad ha puesto su esperanza para que la pandemia de coronavirus termine. Pero cuando los contagios cesen, además de millares de muertos, habrá gente que seguirá sufriendo la enfermedad (y no solo las secuelas de la misma). Meses después de contagiarse, miles de personas en toda España siguen padeciendo síntomas y todavía no han podido recuperar su bienestar físico: son los pacientes del llamado covid persistente (o long covid, en inglés). En Aragón acaba de formarse un colectivo de gente con este problema, son ya más de 100 personas las que se ha integrado en la plataforma nacional Long Covid Acts.

Desde el verano, este colectivo se empeñó por demostrar que el virus iba más allá de los dolores iniciales. Muchos de los que forman esta agrupación de pacientes pasaron la enfermedad en la fase aguda de la pandemia, en marzo, y muchos de ellos, además, no padecieron síntomas severos en los primeros días. Pero conforme pasaron los meses, y en muchas ocasiones de forma cíclica, las secuelas del coronavirus aparecían de nuevo. La Organización Mundial de la Salud (OMS) se hizo eco ya por aquel entonces de este fenómeno que con el tiempo se va conociendo más y estudiándose. No existe una definición oficial de este mal, pero la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG) lo explica como: «el complejo sintomático multiorgánico que afecta a aquellos pacientes que han padecido la enfermedad covid-19 (con diagnóstico confirmado o sin él) y que permanecen con sintomatología tras la considerada fase aguda de la enfermedad, persistiendo los mismos en el tiempo».

Según la OMS, los enfermos de covid suelen recuperarse entre dos y seis semanas después de haberse contagiado. Si los síntomas van más allá de ahí, es cuando se puede hablar de covid persistente. El Ministerio de Sanidad, en su última actualización del boletín de Información científica-técnica de la enfermedad por coronavirus covid-19, ya reconoce la existencia de este síndrome. En este documento se cita además una encuesta realizada por la SEMG en colaboración con Long Covid Acts que constata que 1.834 pacientes, de 2.000 consultados, sufrían síntomas después de las doce semanas. La edad media de las personas que se ven afectadas por este fenómeno es de 43 años y la mayoría eran mujeres (el 79%).

Pero, ¿cuáles son esos síntomas que persisten? Gracias a la misma encuesta de la SEMG se han contabilizado más de 200, entre los que destacan el cansancio y el malestar general (afectan al 95% de estos pacientes); dolores de cabeza (86,53%); falta de aire (79,89%); febrícula (75%); tos (74,32%); y diarrea (70,83%), entre muchos otros, como puede contemplarse en el gráfico que acompaña estas líneas. Pero además de dolencias físicas, también se dan problemas neurológicos como pérdida de memoria y dificultad para concentrarse, la llamada niebla mental. De media, cada persona con covid persistente puede padecer hasta 36 síntomas ya sea al mismo tiempo o de forma intermitente.

Se han detectado casos en los que los pacientes aseguran que los síntomas aparecen de forma cíclica («cada tres semanas», por ejemplo, explica una mujer), u otros en los que la persistencia de los males es continua: «Hay gente que ha llegado a estar meses con fiebre. Imagínate levantarte todos los días con 37,5», cuenta otra persona, Delphine Crespo, que pertenece al colectivo Long Covid Acts Aragón. Entre los síntomas, asegura también, está también la pérdida de visión de cerca: «nos ha pasado a muchos». Asimismo, se dan problemas en la piel, en el cuero cabelludo...

Teorías

Según diversos estudios, se estima que entre un 10 y un 20% de los pacientes con covid son persistentes, lo que en Aragón supondría que, en estos momentos, entorno a 10.000 y 20.000 personas podrían estar sufriendo este síndrome, para el que no hay tratamiento. El Instituto Nacional de Estadística del Reino Unido, por otra parte, ha elaborado un informe propio que dictamina que una de cada cinco personas con covid tiene síntomas más allá de las cinco semanas y uno de cada diez más allá de las doce.

Por el momento, se desconoce cómo funciona o a qué se debe esta enfermedad. La principal teoría hoy en día es que el virus se mantiene activo dentro del cuerpo de algunas personas en reservorios como el intestino y que ahí permanece hasta que tiene capacidad de actuar de nuevo, como ocurre con otros virus como el del herpes. Sí que parece, asimismo, que estas personas no contagian, por lo menos a través del aire. Y, además de afectar más a las mujeres, aparentemente las personas acostumbradas a realizar ejercicio y que estaban en una buena forma física también se ven más perjudicadas por la persistencia de los síntomas.

El Ministerio también habla en su informe sobre la «especulación» de que los síntomas en este tipo de pacientes pudieran atribuirse al estrés emocional, pero según las pruebas que se han realizado a determinados grupos de personas contagiadas y que no se han contagiado, sí que existe una relación entre haber dado positivo y la persistencia de síntomas. Este es, de todas formas, uno de los problemas al que se tienen que enfrentar los pacientes de covid persistentes, que tienden a sentirse incomprendidos en sus ámbitos laborales (muchos no pueden seguir trabajando) y familiares, además de por sus médicos.

«Hay que unificar criterios y que las personas con covid persistente sean atendidas según un protocolo establecido porque, ahora mismo, existen los dos extremos: pacientes que recorren muchos especialistas y a los que se les hacen pruebas por cada síntoma que padece; y otros a los que, por el contrario, se les dice que ya se les pasará y a los que recetan ansiolíticos para rebajar la agustia», explica Asún Gracia, que vocal de la Sociedad Española de Médicos Generalistas y de Familia. Junto con la Long Covid Acts han elaborado una guía y un «kit de atención» para que los profesionales de la salud sepan cómo atender a las personas con esta enfermedad.

Así, uno de los objetivos que persiguen desde el colectivo es dar visibilidad a este problema y conseguir que aumenten los recursos para investigar sobre esta enfermedad, todavía muy desconocida. En Aragón, hacen un llamamiento a aquellas personas que se sientan identificadas con estos síntomas para que se unan a ellos a través del correo covidpersistentearagon@gmail.com. «Juntos avanzaremos en la lucha contra el virus y en el cuidado de los pacientes», dicen.