La pandemia del coronavirus eleva los casos de fraudes en las empresas. Es lo que afirman los expertos de la consultora KPMG y que vaticinan que la reducción de las medidas de control y la implementación de nuevos procesos de trabajo derivados del confinamiento configuran una verdadera "tormenta perfecta" que amenaza con disparar los casos de fraude empresarial. Según el último estudio 'Report to de Nations 2020', el impacto económico de los fraudes empresariales supone el 5% de los ingresos de las empresas, en torno a tres veces el PIB español, unos 4,5 billones de dólares a escala mundial. Según este estudio, el 93% de las empresas pronostican que sufrirán un fraude en los próximos 12 meses.

"El mismo teletrabajo supone un cambio que abre nuevas vías para el fraude", explica Juan Arenas, director del área Forensic de KPMG. Para Marisa Yepes, también responsable en el departamento Forensic de KPMG describe la situación como de 'tormenta perfecta' por el cambio en los procesos de gestión empresarial o de relaciones entre empresas que requiere el establecimiento de "controles de forma preventiva para reducir la oportunidad" de esos fraudes. Uno de los elementos que está incrementando los fraudes, fenómeno que los expertos de KPMG constatan pero todavía no pueden evaluar, es la situación de dificultades financieras de los directivos y cargos intermedios, lo que puede llevar a incrementar los casos de intento de usurpación de activos o de manipulación de estados financieros.

Para reducir el impacto económico y el número de casos, la consultora aconseja "mantener canales abiertos para las denuncias", ya que de esa manera los controles pueden reducir las perdidas de las empresas hasta en un 50%. La experiencia de KPMG apunta a que la cuantía del fraude más habitual asciende a unos 125.000 dólares, y la cuantía media se eleva a 1,5 millones de dólares. La crisis del coronavirus ha llevado a una cierta relajación de los controles, especialmente en lo que se refiere a la relación con los clientes.

En el caso del sector financiero se está registrando un incremento de la suplantación de clientes por manipulación de las comunicaciones vía 'malware', que llevan a pagos no justificados. En el caso de los fraudes internos, en su mayoría son protagonizados por directivos con más de seis años de experiencia en la empresa.