Muchos inversores y empresas, que consumen recursos del mercado para su financiación, piensan que para que los tipos de interés suban en Europa, el Banco Central Europeo (BCE) tiene que incrementar sus referencias (tipos) del precio del dinero. El caso es que el BCE no las ha tocado en mucho tiempo --se mantienen en mínimos históricos--, y, sin embargo, está subiendo el interés de todos los bonos soberanos, así como de las emisiones de deuda empresarial. Luego si no es el BCE, ¿quién presiona al alza las rentabilidad? El coronavirus covid-19. Dicho de otra forma: los riesgos económicos que ha puesto sobre la mesa la emergencia sanitaria. La deuda pública, los bonos privados, e incluso también el euríbor de las hipotecas, reflejan ya el gran que tienen que afrontar estados, empresas y familias para hacer frente a la emergencia económica que, particularmente, ha cambiado las reglas de juego en el mercado de renta fija.

Las principales economías se enfrentan a una situación de endeudamiento sin precedentes. En el caso de EEUU, al ya elevado endeudamiento del país se suman las recientes medidas aprobadas por la Reserva Federal para dar liquidez a la economía por importe de 2,3 billones de dólares en créditos para familias, empresas medianas y pequeñas y gobiernos e instituciones locales. Europa se plantea un paquete de ayudas a la reconstrucción de 1,6 billones de euros, sin contar el despliegue realizado por el Banco Central Europeo (BCE) para intervenir en el mercado de deuda de forma casi ilimitada, y los programas de estímulos para sostener la economía. Y en el terreno más local, España ha puesto en marcha medidas para luchar contra la enfermedad, que permiten movilizar 200.000 millones de euros de créditos, con unas garantías públicas de hasta 100.000 millones.

Ese esfuerzo financiero que, en el caso español apunta a un incremento de la deuda pública sobre el producto interior bruto (PIB) de hasta el 122%, según ha publicado recientemente el Banco de España, no ha pasado inadvertido en los mercado de renta fija. Las primas de riesgo se mueven al alza. Más rápidamente la de los países con déficits más elevados. Entre ellos, España, Grecia, Italia, Portugal y otros sospechosos habituales. No hay más que prestar atención a las últimas emisiones del Tesoro español, tanto las ordinarias como las extraordinarias han tenido que ofrecer un interés más elevado que en subasta anteriores. Es el sino de los mercados europeos, que en todo caso viene a corregir una situación irracional. Dicho en palabras de un gestor de fondos: "Era una anomalía que tuviéramos que pagar por emisiones de deuda pública italiana, lo que corresponde es que sea el Estado italiano quien pague por su deuda".

"Los inversores que compraban deuda fija de los estados o de las empresas no estaban teniendo en cuenta el riesgo que había detrás de este activo. Mucho dinero se ha movido a la renta fija porque no tenían alternativas en el mercado bancario, donde los tipos son cero", ha comentado Jaume Puig, director general de la gestora de GCV Gaesco.

Huida del mercado monetario

En resumen, mucha inversión canalizada hacia la renta fija ha ido a ese mercado no porque valorara adecuadamente el riesgo, sino porque era parte de una huida del mercado monetario --fondos de dinero, depósitos bancarios, etc-- que ha estado dando cero interés o costando dinero a los inversores. "Ahora el riesgo real que está detrás de estos bonos se está poniendo en valor por el coronavirus", agrega Puig.

La situación no deja de ser curiosa: en el momento en el que un endeudamiento asumible es más importante, los instrumentos financieros para conseguirlo se reducen. Los bancos dan créditos, en la mayor parte de los casos respaldados con garantías públicas. La empresas tenía la disyuntiva de financiarse con el banco al 2% a cuatro año o emitir un bono al 2% a 20 años. "Ahora el coste del banco le habrá aumentado un poco un 2,20%, en total--, pero en el caso del bono ya le piden el 6%. "La empresas que no hayan aprovechado estos años en los que la rentabilidad era muy baja y el precio muy alto ya no están a tiempo de corregir la situación", razona Puig.

Pero lo mismo les va a ocurrir a los estados, las emisiones que pongan en el mercado tendrán un coste mayor. Y si a la hora de la verdad no resulta particularmente punitivo para las arcas públicas ese coste es porque el BCE ha dispuesto de toda su artillería para frenar la rentabilidad de la deuda soberana. Al comprar la bonos españoles o italianos sin restricciones, el supervisor está admitiendo que los estados se endeuden más, pero al mismo tiempo garantiza que el coste del endeudamiento sea barato. Si el BCE no estuviera desempeñando ese papel cuesta imaginar a qué precio se estaría pagando la deuda de los países del sur de Europa.