El organismo rector del deporte universitario de Estados Unidos dio este miércoles luz verde a una reforma que permitirá a los atletas recibir dinero por distintos conceptos como el uso de sus derechos de imagen, derribando un tabú que regía en las ligas universitarias desde su creación.

En un comunicado, la poderosa NCAA (National Collegiate Athletic Association) informó que su consejo de administración apoya esta reforma que se elaboró en octubre del año pasado. Los cambios no permitirán que los estudiantes deportistas cobren directamente de la universidad, estableciendo una diferencia clara entre estudiantes o empleados, pero sí que podrán recibir compensaciones económicas ajenas al centro educativo por actividades personales relacionadas con su carrera deportiva.

A los atletas se les permitirá, por ejemplo, recibir ingresos por actividades en las redes sociales como 'influencers', también hacer apariciones en actos publicitarios o incluso realizar sesiones de autógrafos pagados, entre otras actividades, lo cual tenían prohibido pese a que los deportes universitarios son extremadamente populares en Estados Unidos.

DISCRIMINADOS

Las ligas de baloncesto universitarias o la de fútbol americano, dos de las más populares, reciben cobertura mediática nacional, generan millones de dólares para sus centros ocupando horarios de máxima audiencia en las cadenas de televisión y sus entrenadores pueden obtener contratos multimillonarios. Pero ese dinero estaba vetado a los deportistas hasta ahora, en una clara discriminación respecto al resto de alumnado, ya que otros estudiantes que no sean deportistas, como actores, músicos o escritores, pueden recibir dinero sin problema por su talento. La presión por el cambio de reglas no ha cesado de crecer en los últimos años.

La decisión adoptada el miércoles se integrará ahora en la normativa de cada una de las tres divisiones de la NCAA, que regulan la competición en los deportes universitarios. Se espera que estas tres divisiones ultimen la normativa en torno al mes de enero para que esta decisión pueda tener efecto ya en el curso académico 2021-22.

En este margen de tiempo, las directivas de las tres divisiones de la NCAA deberán entrar a discutir también todos los detalles de la normativa y no solo la forma en la que los deportivas puedan acceder a los agentes o a quienes quieran influirlos en el momento de decidir las mejores propuestas o becas de las universidades.

El consejo de administración de la NCAA recalcó que, aunque a los atletas se les permitirá identificarse por el deporte y la universidad, no podrán utilizar los logotipos de los torneos y centros educativos para promocionarse. "En ningún momento una universidad o escuela podrá pagar a los estudiantes-atletas" por estas actividades, aclara el organismo.

EL DETONANTE

La NCAA se vio forzada a flexibilizar sus reglas sobre los ingresos de los estudiantes-atletas el año pasado después de que el gobernador de California, Gavin Newsom, firmara un proyecto de ley que permitía a los atletas universitarios contratar agentes y ganar dinero con promociones.

El baloncesto universitario también se ha visto presionado por la nueva estrategia de la G-League, la liga de desarrollo de que pertenece a la NBA, de reclutar a los mejores jugadores de instituto, que históricamente juegan durante unos años en la NCAA antes de convertirse en profesionales.