Desde que comenzó el estado de alarma hace más de un mes, la cuarentena se ha convertido para algunas personas en un desafío. De verlo como algo pasajero y en la búsqueda de rutinas se fue ampliando el confinamiento, hasta hacer que una mayoría de personas se encuentre ante situaciones y sentimientos complejos de gestionar. La psicóloga Mamen Maluenda explica las fases que puede experimentar una persona durante el confinamiento: «Primero aparecería esa etapa de no creencia, de pensar que esto no puede estar ocurriendo. Luego es cuando lo organizas de la mejor manera posible, y a medida que pasa el tiempo aparecen los sentimientos de ira, un sentimiento de indefensión e incluso un estado depresivo».

En palabras de Maluenda, uno de los principales conflictos que se está experimentando durante este tiempo son los problemas de ansiedad: «Son situaciones que de alguna manera se acrecientan por el temor de no poder salir, de todo lo que estamos viviendo, de que si nos ingresan no saber si vamos a tener el apoyo que necesitamos. Además estamos experimentando la pérdida de una manera muy irracional y lo que nos provoca es un sentimiento de incapacidad, es como si hubiera un elemento que gestiona el dolor como queremos».

Por eso, el pasado 23 de marzo se puso en marcha un teléfono de atención psicológica gratuita con el fin de asistir a todos aquellos que lo necesiten durante este periodo de cuarentena. En un primer llamamiento, 250 profesionales de la salud se ofrecieron para atender este servicio solidario que hasta la fecha ha recibido más de 700 llamadas. Lucía Tomás, presidenta del Colegio de Psicólogos de Aragón detalla el procedimiento que siguen con quienes les llaman en busca de asistencia: «Lo primero que hacemos es ofrecer una escucha activa y después, dependiendo de qué les suceda y de cómo se sientan, a los colegiados les hemos mandado un listado con teléfonos de recursos de Aragón para poder derivar a las personas si es algo que esta fuera de su competencia. Si vemos que está en nuestras manos le damos pautas para manejar la situación». Maluenda añade: «Cuando le empiezas a escuchar esa persona se va desahogando poco a poco. La manera de comunicarte con ellos también es muy calmada, centrada en lo que la persona te va diciendo, en sus comentarios, en las preguntas, y a partir de ahí empleas unos criterios mas específicos», asegura.

En este sentido, la presidenta del Colegio de Psicólogos de Aragón valora cómo es la reacción de los que llaman una vez que han recibido la ayuda: «La gente te da las gracias, se quedan bien porque les has dado unas pautas, unas recomendaciones. Las reciben de un experto que les escucha y les dice que pueden llamar tantas veces como necesiten». Mamen Maluenda incide en la respuesta positiva: «Cuando la persona consigue gestionar sus propias emociones la respuesta es muy positiva. Hay personas que te preguntan cómo te pueden pagar por haberles prestado la ayuda. En general lo agradecen muchísimo y sé que es un agradecimiento real, que no es algo que se haga por quedar bien, sino que de verdad es algo que sienten», concluye.