Hace hoy justo un año Pedro Sánchez se presentó a las elecciones generales del 28-A decidido arriesgarse para fortalecer su posición como presidente, consciente de la debilidad con la que había nacido su mandato, en la alianza frágil de una moción de censura cuyo espíritu se diluía. Él y su equipo prepararon entonces todos los escenarios posibles dentro de las reglas de la política. Prepararon incluso lo imposible, pero no lo distópico. En el primer aniversario de los comicios, al jefe del Ejecutivo no le queda ni un papel sobre la mesa de aquellos horizontes razonables, ni de las leyes que planeó para una legislatura que se ha ido por el desagüe. Sobre su mesa, y en la del Consejo de Ministros, estuvo este martes la decisión más arriesgada que ha tomado hasta ahora: el plan de desescalada para transitar hacia una "nueva normalidad". Sabe que su Gobierno no se puede permitir errores en el camino de desconfinamiento, sabe que enfrente tiene al PP, Vox y algunos presidentes autonómicos esperando a que se queme por ir demasiado rápido o demasiado lento. En esa tensión entre la prevención de contagios y la necesidad de reactivar una economía en 'shock', Sánchez se preparó a conciencia para anunciar cómo será la salida a un mundo que ya es otro, consciente de que no solo se juega la presidencia y su nombre en los libros de Historia, sino el futuro de un país entero. La hoja de ruta es esta:

Por provincias

La desescalada es asimétrica y se hará por provincias, que irán transitando por cuatro niveles. Para pasar de fase habrá que cumplir con determinados marcadores, que serán públicos: la capacidad de atención hospitalaria y ucis, la situación epidemiológica en la zona, las medidas de protección en transportes y datos de movilidad y socioeconómicos. Cada fase durará 15 días. El Gobierno estima que la desescalada durará entre 6 y 8 semanas. La intención es que la "nueva normalidad" llegue a final de junio.

Fase cero

Todo el país está en esta fase, salvo las islas de Formentera, la Gomera y Hierro. A partir del 2 de mayo habrá salidas para hacer deporte y paseos. Se abren "resquicios"siempre con cita previa para restaurantes, que pueden abrir para servir comida para llevar a domicilio. Se permite el entrenamiento de deportistas profesionales.

Fase uno

Se permite el iniciop parcial de actividades como el pequeño comercio (no grandes centros comerciales por riesgo de aglomeración). Se abren terrazas con hasta el 30% del aforo. Abren hoteles pero no se podrán usar sus zonas comunes. Se retoman actividades en agricultura y pesca. Los lugares de culto podrán abrir con un tercio del aforo. Se abren centros de alto rendimiento, entrenamiento medio y ligas regulares.

Fase dos

Se abre el espacio interior de locales con un tercio del aforo siempre que tengan garantías de protección y separación entre las mesas. El curso escolar comienza en septiembre, pero con excepciones. Se permite la caza y la pesca deportiva. Reabren cines, teatros y conciertos con aforo limitado a un tercio y asiento preasignado. Los lugares de culto podrán incrementar el aforo al 50%.

Fase tres

Reapertura de las playas. Los restaurantes pueden abrir con aforo al 50% y a distancias de dos metros. Se suavizan las restricciones del aforo pero se mantienen condiciones estrictas de separación. El ministerio de Sanidad detallará las normas.

Nueva realidad

El Gobierno espera alcanzar esta fase entre seis y ocho semanas: la apertura total de la actividad económica, pero con condiciones de distanciamiento social que se tendrán que mantener hasta que haya una vacuna. Durante todas esas semanas, el Gobierno pedirá prórrogas del estado de alarma cada 15 días.

Franjas horarias

Aunque la Generalitat viene reivindicando que la desescalada se acompañe de franjas horarias para salir a a calle, el Gobierno no ha adoptado esta decisión. Sánchez ha admitido que el Ejecutivo la está estudiando y analizando, puesto que hay territorios que lo piden y otros que no están de acuerdo.