La Policía Local de Zaragoza desmanteló una fiesta que se celebraba en un local del barrio de San José con más de 90 personas. La actuación de los agentes de la Unidad de Apoyo Operativo se produjo sobre las 17:15 horas en la Sala Bowie, antigua King Kong de la calle Monasterio de Rueda. No es la primera fiesta ilegal que tiene que disolver la policía y en Aragón ya son más de 860 las personas que han sido multadas por participar en reuniones o fiestas ilegales o tras ser sorprendidas en peñas.

La última ha sido la de la Sala Bowie, donde se celebraba una fiesta con 92 personas, según fuentes policiales. Algo no permitido en las circunstancias actuales. Según las limitaciones sanitarias, este local tiene un aforo máximo para actividades autorizadas de 30 personas, no encontrándose entre esas actividades la que conllevó la intervención policial. Las personas que se encontraban en el interior estaban bailando y consumiendo bebidas alcohólicas, sin portar mascarillas y sin guardar las distancias recomendadas.

Consecuentemente, se procedió a realizar las pertinentes 92 denuncias, así como a la detención de uno de las personas presentes, de 25 años de edad, que insultó, amenazó e intentó agredir a uno de los agentes cuando se realizaban las identificaciones y se procedía al cese de la actividad. La Policía Local de Zaragoza denunció igualmente al responsable del establecimiento por ejercer actividad sin autorización, incumplimiento de las medidas sanitarias y exceso de aforo.

Pese al elevado número de contagios y fallecidos por coronavirus se siguen produciendo fiestas ilegales en la comunidad aragonesa además de múltiples botellones. También en el resto de España.

El pasado 24 de enero, la Policía Nacional desmanteló en una misma noche de sábado cinco fiestas privadas que se celebraban en diferentes pisos y locales de la capital aragonesa. Cuatro de las actuaciones se produjeron en el barrio de El Gancho y otra en el de San José.

Con grupos de siete y ocho personas, la más multitudinaria se detectó en la calle San Pablo, donde los agentes se encontraron con doce personas con edades comprendidas entre los 20 y los 27 años que habían alquilado un piso para disfrutar de una larga noche, saltándose todas las restricciones decretadas por la DGA. Además, tres personas fueron detenidas por agredir a los agentes cuando fueron requeridos para abandonar el piso.

Cada vez son más los pisos turísticos que se alquilan por noches en la capital aragonesa para celebrar una fiesta privada e ilegal, saltándose todas las medidas sanitarias. En muchos casos, son los propios vecinos los que avisan a la policía alertados por el jolgorio que se detecta las viviendas colindantes